@MarcoBarada
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Paul Giamatti es Harvey Pekar, un hombre gris que alcanza la fama como escritor de comics underground. |
Hace
exactamente una década que se estrenó American
Splendor y es rarísimo en los tiempos que corren ver películas con un concepto
tan original y rompedor como el que propuso. El filme cuenta la historia de
Harvey Pekar, un hombre gris con una vida gris que vive en una ciudad gris. Sin
embargo, un día escribe un comic basado en su día a día y cosecha un enorme
éxito como escritor underground. A priori puede parecer el argumento típico del
sueño americano, pero es la forma en la que se cuenta la historia lo que hace que
valga más que la pena verla.
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Hasta las imágenes promocionales juegan con el medio y la metarrepresentación. |
El filme
juega con la misma dinámica que el comic de Pekar: los elementos tradicionalmente
ajenos a la historia como editores o dibujantes del comic son retratados sin
ningún pudor, ya que al fin y al cabo, forman parte de la historia de Harvey
Pekar. Por tanto se investiga en la esencia misma de lo que es una película. Lo
interesante de Pekar es que escribe
sobre todo lo que le pasa como si se lo estuviese contando a un amigo, no
piensa en todas las convenciones narrativas clásicas como no traspasar la
cuarta pared o limitar su historia en el espacio y el tiempo: él escribe su
historia tal y como la vive. Esto significa que todos los personajes son
reales: son sus amigos, su mujer, su jefe etc.; todos los lugares son reales así
como las situaciones.
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La estética del comic es clave. |
Y la
película está basada en la misma idéntica premisa. Es un filme consciente de sí
mismo, no intenta “engañarnos” como hacen todo el resto de ficciones, ésta
película asume su condición de película y juega con ella. Porque, si nos
paramos a pensar, hay una mezcla de distintos medios y géneros: utiliza viñetas
de cómics, convierte a los personajes en dibujos animados, se muestra al Pekar real
e imágenes de archivo como el género documental y es una “ficción” basada en
hechos reales, todo en uno. La historia empieza con una voz en off del propio Pekar a modo de
introducción donde se entremezclan las tres representaciones metanarrativas de
Pekar: su persona real, como narrador; su alter ego en la pantalla,
interpretado por un genial Paul Giamatti; y su versión bidimensional de los
comics. La película deconstruye el concepto de película y cuenta una historia
desnuda, sincera al 100% y en la que realidad y representación se relacionan
sin tapujos. Y es que la vida de Pekar se ha basado en sucesivas
representaciones de sí misma: primero escribe un comic en el que él es el
héroe, después asiste a una representación teatral basada en su vida y ahora se
ve retratado nuevamente pero en la gran pantalla. Y es que, uno de los
objetivos de la película es reflexionar sobre sí misma y los lenguajes
disponibles para contar historias y emocionar al espectador. Un dato muy
interesante es conocer a los realizadores de esta película, Shari Springer
Berman y Robert Pulcini, una pareja de directores de documentales que con American Splendor se aventuraron en su
primera película de ficción. Que una pareja especializada en documentales narre
una historia real ¿no desvela bastante de la naturaleza de la obra?
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La edición especial que publicó Pekar tras la película. |
El hecho de ser conscientes del dispositivo
cinematográfico (sabemos que se trata de una película) ayuda mucho a empatizar
con el personaje principal. Pesimista hasta (casi) la muerte, huraño, raro,
sucio, Harvey Pekar no es un personaje que se gane nuestro favor desde el
principio. Sin embargo, gracias a la colaboración de Paul Giamatti (que clava
los gestos de Pekar) y del propio Pekar, el héroe se va ganando nuestro afecto
cada vez más hasta la escena final en la que aparecen todos los personajes
reales dedicándole una fiesta y en la que podemos ver que, al fin y al cabo, es
una persona especial y, como todos, humana.
En este décimo aniversario es necesario reivindicar una película
prácticamente desconocida por lo transgresora que fue a la hora de crear
lenguaje audiovisual. Si sois gente hambrienta de nuevas experiencias y
apreciáis que haya riesgo en las obras que veis, American Splendor es vuestra película.
NOTA: 8
Recuerdo que me gustó bastante en su día, indispensable para los aficionados al comic, y muy original en la forma en que está hecha como bien has explicado
ResponderEliminarUn saludo
Su gran valor es la forma de narrar, que los directores cogen del método del propio Pekar. Es una pena que no sea una película más reconocida...
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