LA DIETA STANISLAVSKI: Los 10 cambios de peso más impactantes del cine.

Posted by : El día del Espectador agosto 24, 2013

HUGO MUGNAI

Llegado el verano y con todo el mundo ya en la playa (o incluso volviendo de vacaciones) podemos dar por cerrado el periodo de la famosa “Operación Bikini”. Y es que los cambios de peso no siempre son fáciles, sobre todo si son para bajar.

El asunto es que en el cine estos cambios de peso no sólo están a la orden del día, sino que vienen exigidos en la mayoría de los casos por el propio guión. Cada vez son más los actores que se ven sometidos a dietas, ejercicios, o incluso a comida basura y sedentarismo para poder ajustar su físico al requerido por el papel.

Por eso, en El Día del Espectador hemos decidido traeros nuestro top diez de actores que han modelado su silueta de diversas formas mediante lo que podríamos llamar “La Dieta Stanislavski”.

10- Adrien Brody en El Pianista (Roman Polanski, 2002)

El acto neoyorkino alcanzó la cumbre con esta obra de Polanski, pero desde luego adecuarse al físico de su alter ego Wladyslaw Szpilman no debió ser nada fácil, ya que tuvo que adelgazar más de 13 kilos en mes y medio. Su dieta diaria se redujo a dos huevos duros, té verde, algo de pollo, pescado y verduras hervidas. Su recompensa, un Oscar a Mejor Actor (bueno, tal vez no se lo dieran sólo por la dieta).

9- Tom Hanks en El Náufrago (Robert Zemeckis, 2000)

El que probablemente sea el actor fetiche de Zemeckis aceptó la oportunidad de ser el protagonista de una de las películas que más nos llegó al corazón y la cartera –no nos olvidemos de que Chuck Nolan trabajaba para FedEx® y que su mejor amigo era Wilson®– y con ello el reto de rodar la primera parte de la película “entrado en carnes” y perder luego cerca de 20 kilos para rodar la segunda parte, cuando ya es un náufrago hecho y derecho.

8- Matt Damon en ¡El soplón! (Steven Soderbergh, 2009)

El que unos años antes fuera Will Hunting o incluso Jason Bourne decidió que el papel que le ofrecía Soderbergh en su próxima película merecía el esfuerzo de cargarse sobre su cuerpo más de 13 kilos. El actor aseguró en varias entrevistas que se obligaba a comer menús de McDonalds entre comida y comida. Y él, encantado.

7- Tom Hardy en El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace (Christopher Nolan, 2012)

Y es que no todo es engordar o adelgazar. El británico sufrió un cambio bestial tras rodar El topo (Thomas Alfredson, 2011), pues llegó incluso a doblar su masa muscular para poder encarnar al villano Bane en la última entrega de la trilogía de Batman. Además, su papel previo en Warrior (Gavin O’Connor, 2011) también le exigía un físico muy desarrollado. Y todo con dieta y ejercicios, cuyas tablas podemos incluso encontrar por internet (si algún lector busca una silueta al estilo The Rock)

6- Robert De Niro en Toro Salvaje (Martin Scorsese, 1980)

Puede que ahora sólo haga cine-basura para llegar a fin de mes, pero nadie puede negar que De Niro ha sido uno de los más grandes, y es que llevaba el método al extremo. En manos del director que más veces le ha dirigido (y probablemente con más acierto), no dudó en engordar casi 30 kilos para interpretar a la versión más decadente del exboxeador Jake Lamotta. Eso sí, para rodar las primeras escenas del film, estuvo meses entrenando con el objetivo de lucir la figura de un púgil en estado de gracia.

5- Renée Zellweger en El diario de Bridget Jones (Sharon Maguire)

A veces las condiciones físicas del personaje no vienen marcadas por los guionistas, como cuando se trata de adaptaciones de libros, pues es el autor de la obra original el que ha construido el rol. Por eso, cuando se llevó a acabo la adaptación de la novela de Helen Fielding, la actriz de apellido impronunciable se vio sometida a una dieta alta en calorías para conseguir aumentar 13 kilos. A su colega y amigo George Clooney llegó a aconsejarle que se tomara “unas cuantas pintas de Guinness todas las noches y algunos platos de pasta con nata” para su papel en Syriana (Stephen Gaghan, 2005).

4- Matthew McConaughey en Dallas Buyers Club (Jean-Marc Vallée, 2013)

El actor neoyorkino parece haberse vuelto más metódico últimamente y para interpretar a un enfermo de sida en su última película ha llegado a perder 23 kilos. Lo cierto es que resulta de lo más creíble, aunque para ver el resultado habrá que esperar a finales de año, o principios de 2014.

3- Jared Leto en Chapter 27 (J.P. Schaefer, 2007)

La muerte de John Lennon sigue siendo uno de los momentos más dramáticos de la historia de la música moderna, y así lo quiso atestiguar J.P. Schaefer usando a Jared Leto en el papel de Mark David Chapman, el homicida del malogrado Beatle. El cantante de 30 seconds to Mars, también conocido por la obra de culto Las vidas posibles de Mr. Nobody (Jaco Van Dormael, 2009) engordó y engordó para poderse parecer lo máximo posible a su alter ego. Ni siquiera todo ese esfuerzo pudo salvar la cinta, a todas luces un intento fallido (que para más inri, incluía a Lindsay Lohan).

2- 50 Cent en All things fall apart (Mario Van Peebles, 2011)

Si hablamos de Curtis James Jackson III probablemente no sepamos de quien se trata, pero bajo el seudónimo de 50 Cent la mayoría sabrá que hablamos de uno de los raperos actualmente más respetados en todo el mundo. Pero como muchos músicos en Estados Unidos, el de Queens quiso hacer sus pinitos en el cine. Eso sí, no se lo pusieron fácil, pues el corpulento MC tuvo que adelgazar casi 25 kilos en nueve semanas para poder encarnar a un exjugador de fútbol americano enfermo de cáncer. El resultado es escalofriante.

1- Christian Bale en El maquinista (Bard Anderson, 2004)

Y en la cima de los cambios físicos encontramos al que probablemente sea uno de los actores de mayor talento y éxito de la última década, nada menos que al propio Batman, Christian Bale, que en El maquinista demostró que lo suyo va más allá de ser el caballero oscuro. Por eso no dudó en perder peso de forma casi antinatural hasta alcanzar los 54 kilogramos, bastante alejado de lo recomendable dadas sus dimensiones. Ello, junto a su talento interpretativo lo llevaron a crear un protagonista complejo y muy atractivo (psicológicamente, claro). Pero la cosa no quedó ahí, y es que para el posterior rodaje de Batman Begins (Christopher Nolan, 2005), tuvo que ponerse “hecho un toro”, ¡y pasó de 54 kg a 100 kg en tan solo cinco meses!

Como podéis ver en este sencillo gráfico, Christian Bale es probablemente el rey de este tipo de transformaciones, por eso está en la cabeza de nuestro ranking.

Bueno, hasta ahí nuestro Top de cambios de peso, pero desde El Día del Espectador os animamos a que nos comentéis cual os parece el más radical de todos lo de la lista, o si nos hemos dejado alguno que os impactó. Podéis hacerlo en los comentarios de abajo, en nuestro Facebook (https://www.facebook.com/pages/El-d%C3%ADa-del-espectador/446516362106462) o en nuestro Twitter (@eldiaespectador).