El Día del Espectador

DIEGO REAL

Me acerqué a esta película con los prejuicios de la crítica sin que esta me haya influido anteriormente. Los “especialistas” la tildaron de ser “solo” entretenimiento y me dejó reflexivo. Entonces leí la crítica de Pacific Rim y de esta dijeron que es “puro” entretenimiento. ¡Cómo cambia toda la crítica una sola palabra! Además curiosamente esta palabra determinaba el resto del texto ya que lo que se le echa en cara a una y se alaba de la otra es casi lo mismo: ser una cinta sin prejuicios hecha para entretener. El descojono máximo ha sido cómo para justificar que la de los robots es mejor no dudaban en tildar al petardo de Del Toro como un autor. No entraré en debates pero permitidme desde aquí  que me descojone.

Tampoco jugaba a mi favor el género: un western. Este género con el que no comulgo especialmente pero, en una mezcla con otros géneros me parece divertidísimo, ya sea con el surrealismo lisérgico en El Topo o la coña gore de Gallowwalkers que ya comenté por aquí. Y que a nadie le tire para atrás porque todos reconocerán los elementos de las películas de antaño pero bajo la mirada blockbuster (ya salió la palabreja)  de Jerry Bruckheimer.

Otro de mis temores es que Armie Hammer (el llanero en cuestión) no estuviera a la altura y acabara devorado por Depp. No entraré en el debate de siempre porque ni Depp hace a la película ni la película hace a Depp, así que no mareemos más el tema. Volviendo a Hammer, me ha resultado francamente gracioso haciendo de héroe francamente idiota.

La trama de El llanero solitario, es simple pero efectiva gracias al desfile de personajes freaks, de la cual el director muestra que es experto. Si fuera niño estaría flipándolo con estos tipos tan raros y desagradables, y que más le puede gustar a un niño que esto.  Y es que el señor Verbinski se sabe lo que se hace y aunque no se le considere un auteur y puede que no merezca un librito dedicado a él en Cátedra (tiempo al tiempo) aquí están sus elementos emblemáticos para bien o para mal.

Pero no todo es perfecto ya que falla algo que le achaqué a la saga Piratas del Caribe, se pierde en un mar de tramas, algunas inconclusas y metidas con calzador, quizás para justificar las dos horas y media de metraje, lo que hace que tenga un ritmo irregular y que personajes como esa madame coja de Helena Bonham Carter estén desaprovechados. Aunque después veas las locas escenas de acción y se te pase. ¡La escena final del tren con la fanfarria clásica de El llanero solitario, me dejó cautivado! (aunque el resto de la banda sonora, firmada por Zimmer, es bien simpática pero muy deudora de Rango).

Por poner otra pequeña pega, el buenrollismo interracial que destila la peli no me lo creo demasiado, pero bueno, queda muy exótico. También se me escapa el mensaje. Intenta hacernos ver que los todopoderosos Estados Unidos se cimentaron en sangre de inocentes  criticando además al capitalismo, y lo hace en una película millonaria de la casa Disney. Que conste que no lo critico pero no me cuadra…cosas mías.

La he disfrutado mucho más que la primera entrega de Piratas del Caribe, aunque quizás no tanto como El cofre del hombre muerto, que me resultó divertidísima. Desde aquí invito al visionado sin hacer mucho caso a la prensa. El llanero solitario parece destinado a ser un film reivindicable dentro de poco tiempo. ¿Qué opinión merecen los sabelotodos que se liaron a palos con John Carter y que a los pocos meses la alababan como una película de culto que merece otro visionado?

Y ¡QUÉ COÑO! La tenéis que ver para abrir el debate de si Ruth Wilson está buena o no. Da morbo pero es raruna…