Posted by : El día del Espectador julio 10, 2012


ÁLVARO TEJERO

Un gran oso ha rugido por última vez en las colinas de Hollywood. El penúltimo clásico que quedaba vivo ha muerto (sigue resistiendo Kirk Douglas). Ernest Borgnine, el único que aun se mantenía en pie de aquel grupo salvaje que bagaba por México.

Desgraciadamente no he visto ni la mitad de la filmografía de esta imponente figura, pero desde que le ví en "Grupo Salvaje" su rostro quedo grabado en mi memoria y reconocozco en seguida su fuerte presencia cada que le veo en pantalla.

No es una estrella, ni tampoco uno de los más grandes, pero no podemos olvidar desde este rincón de la red hacerle un merecido homenaje. Es triste que uno de los componentes de ese extraordinario grupo de hombres que vigila nuestro blog desde el infierno nos haya dejado, máxime cuando era el último con vida fuera de la ficción. Su fallecimiento coincide con la apertura de este blog, y esperemos honrarle con una labor digna de su trabajo.

Era uno de los mucho secundarios que hicieron de ese calificativo un honor, sin duda el más querido dentro de las fronteras estadounidenses. Su físico le otorgaba un halo de autoridad y respeto que pocos conseguían, podía pasar de la mayor amabilidad a ser el mayor cabrón de la función. Era un hombre de la calle, siempre directo y con el corazón abierto. Así, se convirtió en colaborador de John Sturges ("Conspiración de silencio") o Delmer Daves ("Jubal"), dos directores de narración directa y sencilla y en la prolongación de Robert Aldrich; el realizador de estilo más directo y exagerado del Hollywood de la época, quedando para el recuerdo sus papeles en "Doce del Patíbulo" o "El vuelo del Fénix".  Sin olvidar sus trabajos en una de las obras maestras de Nicholas Ray, "Johnny Guitar", en la obra de Fred Zinnemann "De aquí a la eternidad" y el Oscar por casi único papel protagonista ("Marty" de Delbert Mann).

Siempre recordaré esa sonrisa inquietante, a punto de abrazarte o de soltarte un puñetazo, pero siempre sincera. Es el tío que todo niño desearía tener, cómo bien supieron captar en "Los Simpson"

Sólo espero (y no tengo ninguna duda de ello) que su muerte haya sido digna de un jefe vikingo, que en su mente haya vuelto a convertirse en Ragnar (el papel que interpretó en su mejor película "Los Vikingos" de Richard Fleisher) y se haya ganado la entrada al Valhalla en una última batalla.


Se ha ido un grande. Se ha ido uno de los nuestros. Se ha ido el "Grupo Salvaje".

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