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- "Mi vecino Totoro" (1988-2013)
Posted by : El día del Espectador
abril 16, 2013
ALVARO TEJERO
Tal
día como hoy hace 25 años se estrenó en un pase conjunto en Japón Mi vecino Totoro y La tumba de las
luciérnagas. Este hecho significó la consolidación definitiva del Studio
Ghibli y el comienzo de su fama internacional. No solo artísticamente, también
les permitió entrar en el mundo del merchandising con los adorables muñecos de
Totoro.
Mi vecino Totoro fue mi primer acercamiento a la animación de Miyazaki y
el descubrimiento de un mundo mágico. El genio japonés siempre ha sido conocido
por sus temáticas fantásticas tan pegadas a la tradición cultural nipona. Pero
su fuerza radica en la universalidad de sus mensajes por encima de las apuntes
autóctonos. Utiliza ese mundo mágico y propio en el que habita para hablar
sobre valores como la amistad, el honor, el respeto por la naturaleza o la
familia. Casi siempre personajes femeninos de corta edad y perdidos en sus
dudas, indefensos ante la vida.
Curiosamente,
Mi vecino Totoro es una de las obras menos "fantásticas" por así
decirlo (junto a Porco Rosso y Nicky,la aprendiz de bruja). A pesar de la presencia de Totoro o el Gatobús. Miyazaki
nos habla de la importancia de creer, de aceptar nuestra responsabilidad en la
vida, del fin de la inocencia; de la mano de esa pareja de hermanas que deberá
unirse para superar las adversidades.
Hayao
Miyazaki ofrece aquí su película más sencilla, de líneas claras tanto en la
historia como en la animación. Llena de sutileza y con un ritmo narrativo común
de los grandes maestros del cine de su país. No pasa nada pero ocurren muchas
cosas. Miradas, sentimientos y la risa contagiosa de ambas protagonistas para
hacer crecer las semillas.
También
es una de sus cintas más personales, si en Porco
Rosso nos habla de una de sus grandes pasiones (la aviación), aquí recuerda
su infancia (su madre también tuvo tuberculosis durante varios años) y parte de
lo que le tocó vivir.
Al
igual que John Ford se servía del western para hablar de lo que le interesaba y
sentía, Miyazaki utiliza la animación (el único género que le permite plasmar
su gran imaginación sin restricciones). Si el primero rodó El hombre Tranquilo para retroceder a su querida Irlanda, Miyazaki
le ofrece un homenaje a su madre y su infancia. Una película infantil de
verdad. Una pequeña maravilla humanista. Mi
vecino Totoro.