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- CRÓNICA DEL FICX50: DEL REALISMO ANIMADO DE ALOIS NEBEL A LA ACUARELA DE ERNEST ET CELÉSTINE
Posted by : El día del Espectador
febrero 01, 2013
Alois
Nebel de Tomáš Luňák (Sección
AnimaFICX)
Alois Nebel es la sorpresa del año del
cine checo. Dirigida por el joven Tomáš
Luňák, lo que hace
especial a esta película es la técnica con la que está hecha: la rotoscopia.
Rodada íntegramente en acción real, el filme fue sometido a un largo proceso de
postproducción mediante el cual se transformaron las imágenes en animación. Ése es el gran valor (y casi el único)
de esta atípica producción. Una breve sinopsis podría ser la siguiente: Alois
Nebel, un solitario revisor de tren en la frontera checo-polaca, se encuentra
un día con un taciturno extraño que le relaciona con un asesinato ocurrido en
la IIª Guerra Mundial.

Alois Nebel es difícilmente una película
de éxito comercial, ya que su propuesta poco convencional espanta al espectador
medio. Sin embargo, sí que merece la pena dedicar unos minutos a apreciar unas
imágenes impactantes y muy especiales que no se borran fácilmente de la memoria
(sobre todo uno de los planos finales con una pistola y un hacha como
protagonistas). Dicho esto, da rabia pensar en lo que un mejor guión podría
haber conseguido con esta genialidad visual. Lástima.
NOTA: 6
Ernest et Célestine de Stéphane Aubier,
Vincent Patar y Benjamin Renner (Sección AnimaFICX)
En los
últimos años hemos asistido al auge de un cine de animación infantil alternativo
al de Hollywood (concretamente el de Disney) siendo Francia el país abanderado.
Ernest et Célestine es un claro
ejemplo de esta animación a la europea: aquí no se busca (solo) el
entretenimiento sino el arte. Lo que hace especial a esta película es la
compenetración entre una animación exquisita y una historia a la vez tierna y
con contenido social. A Celéstine siempre la han asustado con el Gran Oso Malo,
un malvado oso que come ratoncitas como ella y a quien hay que temer. Un día Celéstine
conoce a Ernest, un oso un poco pendenciero con el que entabla una gran
amistad, lo que provoca repulsa tanto en la ciudad de los osos como en la
ciudad de los ratones.

Si algo es Ernest et Celéstine, eso es una historia
de amistad marcada por la denuncia social. Al ser Ernest un oso y Celéstine una
ratoncita, enemigos declarados según ambas sociedades, su amistad se ve como
una aberración. Toda la trama es una lucha contra los prejuicios de sociedades
acomodadas que bien puede traducirse en los debates sobre racismo u
homosexualidad actuales. En definitiva, es una lucha por la aceptación de
quienes son diferentes y por su derecho a vivir como los demás.
Recién
estrenada en Francia, entró directamente al segundo puesto en taquilla tras la
omnipotente El Hobbit, marcando un
muy buen resultado para una película de corte artístico y factura opuesta a la
del blockbuster neozelandés. Es decepcionante que no haya sido nominada a los Oscar 2013 a Mejor Película de Animación. En cualquier caso, cuando llegue a España no os
perdáis esta auténtica joya de la animación, no os defraudará.
NOTA: 7,5