Posted by : El día del Espectador enero 11, 2013


EL DÍA DEL ESPECTADOR

¡Por fin ha llegado el día! Tras una amplia encuesta realizada durante más de un mes a seguidores de El Día del Espectador, compañeros de otros blogs y aficionados al cine, los principales miembros de esta pequeña plataforma (Álvaro Tejero, Néstor Sánchez, Diego Real, Marco Barada e Himar Reyes) damos por inaugurado el periodo de publicaciones de las listas de las 10 mejores películas del siglo XXI. Antes de desvelar los resultados de la encuesta, en la que se han recaudado más de 100 listas, cada uno de nosotros publicará su TOP-10 con un breve comentario; finalmente, se subirá un artículo en el que expondremos los interesantes resultados de la encuesta y algunos datos curiosos.

¿Quién creéis que ganará? ¿Cuáles serán las cintas elegidas que conformarán el podium de los que llevamos de siglo? Por si acaso se cumple de una vez la predicción de los mayas démonos prisa y elijamos a nuestras favoritas. ¡Allá vamos!

Antes de comenzar con la lista de Marco Barada, desde El Día del Espectador agradecemos su contribución a todas las personas que han participado en la encuesta (ya se lo agradeceremos como es debido el día que se publiquen los resultados) y en especial, a nuestras dos maravillosas relaciones públicas no oficiales: Laura Ruiz y Cristina Pérez




MARCO BARADA


Su estilo personal e inimitable hace que Anderson consiga una película de factura impecable e inspiradora.


Argo es una película perfecta cuya mayor virtud es una tensión creciente que no desfallece ni un momento y mantiene al espectador agarrado a la butaca durante 2 horas.


Tarantino sigue reafirmándose como el cineasta más innovador y alternativo del cine hollywoodiense con esta genial reinterpretación del fin del nazismo.


Nuevas formas narrativas convierten este filme en imprescindible, gracias también a sus diálogos sin igual, un maravilloso Brad Pitt y un montaje genial.



Pixar nos regala un relato enormemente poético protagonizado por un protagonista tan inverosímil como un robot chaplinizado que conquista el corazón.


La ciudad como ente opresor y la locura como motor de todo forman una película redonda y muy alejada de los cánones hollywoodienses. Cine de autor comercial.


Culminación de la mejor de las adaptaciones cinematográficas nunca hechas y merecedora de pasar a la historia del cine en mayúsculas.


Michôd consigue hacer que el duro retrato duro de la mafia familiar australiana pueda ser algo increíblemente bello y satisfactorio.



Éste gigante del cine nos muestra lo mejor y lo peor del género humano a través de una tragedia griega intensísima. Nuestra crítica aquí


Película transgresora y original donde las haya, su estética de lo extremo y final apabullante la hace la mejor película de lo que llevamos de milenio.. Nuestro artículo sobre ella aquí

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