Posted by : El día del Espectador febrero 14, 2014

Néstor Sánchez

En los años 80 todo valía, no había restricciones de ningún tipo. Si te apetecía sacar unas tetas, las sacabas; si te apetecía mostrar sangre y vísceras, lo hacías; y si te apetecía hacer películas maduras con trasfondos socio-políticos, pero con cierto toque de ciencia-ficción, llamabas a Paul Verhoeven. Y eso es lo que hizo Hollywood en 1987, llamo a este director holandés para filmar la película de “Robocop”. La cual no le fue muy bien en taquilla pero rápidamente y hasta día de hoy es una película de culto por excelencia, muy bien valorada. Por lo tanto en el momento en que Hollywood anuncio que iba hacer un remake, la gente se volvió loca. Como iban hacer algo tan maduro y con trasfondo una productora americana del Siglo XXI. Pues debo decir que remake es muy bueno, y consigue transportar el espíritu de la original a este nuevo siglo, manteniéndolo intacto. Debe ser que les funcionó coger a un director de afuera y por eso esta vez han cogido al brasileño José Padilha (famoso por su “Tropa de Élite”)

La nueva película de “Robocop” es una relectura de la original pero con problemas actuales y temáticas más conformes a nuestros gustos. Podemos ver a un Robocop que llora, que no le gusta lo que ve, que añora a su familia y que hará todo por ella… todo esto explicado con términos científicos (como bajar la dopamina de Murphy), que hacen que entendamos mejor la relación entre la mente humana y el cuerpo de robot.

La película trata nuevos temas morales (además de los antiguos), como el uso de maquinaria en guerras. Y como la mentalidad americana quiere la soberanía mundial. Este punto está perfectamente interpretado en el personaje de Samuel L. Jackson, el cual es un excéntrico y facha presentador de un programa de televisión. No cuenta nada, pero nos sirve como hilo conductor de toda la película haciéndonos preguntas éticas cada “x” minutos.

Antes de acabar, quiero hablar del traje de Robocop, muchos diréis que no se parece en nada el antiguo y normal que no se parezca. Ya que aquel traje era lo máximo que podían llegar en la época. Ahora con efectos y maquillaje han podido crear un traje con todo tipo de dispositivos. Pero tranquilos, que no se han olvidado de los más acérrimos al pasado, los movimientos de Robocop siguen siendo mecánicos, es decir, movimientos de robot.

En general estamos ante una buena película, un muy aceptable remake y sobre todo, muy entretenida. Que hará que las dos horas que dura la película se pasen volando. Tanto si sois amantes de la original como si nunca la habéis visto, darle una oportunidad a esta nueva revisión del policía robotizado, que seguro no os defrauda

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

- Copyright © El Día del Espectador - Date A Live - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -