Posted by : El día del Espectador febrero 05, 2014

Néstor Sánchez

El estreno del remake de “Old Boy” ha sido una espera muuuuuuuy larga…cambios de directores, de actores, de fechas… pero por fin llegó y la vi. Antes de seguir quiero decir que Old Boy es para mí: mi biblia, LA película, el antes y el después. Por lo tanto, en el momento que supe que Hollywood quería hacer una remake de ella: salte de alegría y enfado. Más enfado que alegría, pero según iban saliendo noticias y posters, el enfado fue pasando a curiosidad; y ésta a “démosle una oportunidad, a fin de cuentas, es una nueva visión”. Volviendo al tema, por fin vi el remake… y debo decir (en términos futbolísticos) que: “uuuyyyy casi, por poco roza el poste”.
Nos encontramos con un remake dirigido por Spike Lee, director que se dio a conocer por sus películas con temática sociales, sobre todo de culturas callejeras separadas por el color de la piel. Pero su estilo se ha ido diluyendo, hasta llegar hacer películas por encargo. A esto hay que añadirle el reparto protagonistas, Josh Brolin y Sharito Copley. Debo decir que son actores más que aceptables que poco a poco se hacen un hueco… pero no pegan ni con cola para “Old Boy”. Este mix tiene como resultado una película directa, que lo que ves, es lo que hay. Y no insinúa y deja ver como en la predecesora. Es tan directa que llega a ser basta, haciendo que el “villano” insulte soezmente al “héroe”. Recordemos que en la anterior el malo estaba tan bien definido que tenía cierto carisma que te hacía entenderlo. Sin alejarnos del punto a discutir, esta nueva versión nos muestra al director de la cárcel más violento. Pero no una violencia justificada, sino sin sentido, puro placer por el sufrimiento de otros.


Se ve que el director se enfrentaba a un trabajo complicado y en ciertos momentos y escenas, nos mostraba elementos como para pedir permiso a Park Chan Wook, por los derechos del film. Y son estos momentos, de no atreverse hacer algo distinto (excepto el final), que la caga. Si los sucesos ocurren en una ciudad americana (perfecto no pasa nada) no te sientas obligado a meter la acción en un barrio chino, el cual no tiene nada que ver con la cultura coreana.
Pero es en los momentos donde decide tirarse al vacío, donde acierta, como la famosa escena de la pelea en plano lateral, donde Spike Lee le da una vuelta de tuerca curiosa a la original.
Por último me queda por decir, que la mezcla que han intentado hacer entre el manga y la película original, no funciona y es lo que provoca que el final no se mantenga en pie, y no te lo creas.


Aunque tenga muchas cosas negativas, tiene otras que merecen ser vistas. Esto nos da un producto que podría haber sido mucho más si no hubieran tenido tanto miedo a cagarla y se hubieran decantando por el manga o por la película. En general se deja ver, siempre y cuando, no te la tomes en serio.

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