Posted by : El día del Espectador junio 25, 2013


   HUGO MUGNAI

La Real Academia define el concepto de “tiempo” como la “magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.”  Aún no se conoce la existencia de viajes en el tiempo (o casi), pero eso no significa que el cine no los hay...

Si pudiéramos viajar veinte años atrás podríamos asistir a la reelección de Felipe González como presidente, podríamos jugar durante horas al primer videojuego de Sony o incluso conducir el primer modelo de Opel Astra. Tal vez no sean los mejores planes posibles teniendo en cuenta que podemos viajar en el tiempo, pero lo cierto es que hay algo que no podríamos dejar pasar: asistir al estreno de “Atrapado en el tiempo”.


Y es que un 25 de junio de 1993 se estrenó en los cines de todo el mundo esta genial comedia dirigida por Harold Ramis y basada en una historia de Danny Rubin. Por si algún despistado aún no la ha visto (Dios no lo quiera), aquí os dejamos una pequeña descomposición de su sencilla pero genial historia y su relación con ese extraño concepto que es el tiempo.


El viajero: Phil Connors (Bill Murray) es un cínico y descreído hombre del tiempo de un canal de televisión. Está sólo en la vida y nada le motiva, ni siquiera su trabajo, por lo que necesita que algo cambie en su vida aunque él aún no lo sepa...

El precedente: Phil debe viajar con su equipo a un pueblo de Pennsylvania para cubrir una absurda noticia; si la mascota del pueblo, una marmota, predecirá mediante su salida de su madriguera que el invierno ha concluido o que éste se alargará. Lo cierto es que el plan no “fascina” al meteorólogo.

El incidente: Tras cubrir la aburrida noticia Phil y su equipo descubre que una nevada los tiene atrapados en el pueblo, por lo que deben pasar otra noche en el lugar. El problema surge cuando al día siguiente Phil se despierta para descubrir que vuelve a ser “El día de la marmota”, que está repitiendo paso por paso el día de ayer. Y no sólo una vez, sino que mañana tras mañana se encuentra atrapado en el mismo día; atrapado en el tiempo.

Sus cómplices: Su optimista productora Rita (Andie MacDowell) y su cámara Larry (Chris Elliott) le acompañan en el reportaje, contrastando el pesimismo de Connors. Aunque lo cierto es que una vez que entra en el bucle temporal, Phil no tiene a nadie, pues es el único que ha entrado en él, y el único que tiene la capacidad de salir.

El Origen: ¿Por qué el hombre del tiempo queda condenado a vivir el mismo horrible día una y otra vez? ¿Quién juega con el tiempo para dar una lección a Phil? Pues lo cierto es que el incidente temporal no queda justificado de manera lógica en la película; no hay una máquina del tiempo, un mago ni nada parecido, es como si la vida, o Dios pusiesen al hipócrita meteorólogo en tal tesitura para darle una lección. Tal vez por eso el film haya sido valorado en múltiples ocasiones por cristianos, budistas, etc., por los valores que transmite de mejora y evolución personal.

Pero inevitablemente, después de ver y rememorar este fantástico film nos ha entrado el gusanillo de ver más películas en las que el tiempo es un elemento vital. Por eso os desgranamos a continuación algunas de nuestras favoritas dentro de este “subgénero”.


Regreso al Futuro (Robert Zemeckis, 1985)



Como es lógico, no podíamos olvidarnos de la genial trilogía de Zemeckis.

El viajero: Marty McFly (Michael J. Fox) es un joven normal atrapado en un mundo escolar lleno de reglas que le cuesta cumplir. Aparte de ese detalle, Marty es un chico de lo más normal al que le gusta patinar, salir con su novia Lorraine (Lea Thompson) y el Rock and Roll.

El precedente: Todo empieza cuando su amigo el Doctor Emmett Brown (Christopher Lloyd) le llama una noche para que le ayude a grabar uno de sus experimentos, en el que harán viajar a su perro Einstein unos segundos en el tiempo mediante un vehículo modificado.

El incidente:
El asunto se tuerce cuando unos terroristas libios atacan a la extraña pareja durante el experimento. Intentando escapar, Marty usa por error la máquina del tiempo, que lo envía a los años 50. Para complicar más la cosa, lo primero que hace nada más llegar es conquistar sin querer a su madre -treinta años más joven- poniendo en peligro su propia existencia.

Sus cómplices:
La única persona que lo puede ayudar es el propio Doctor Brown, pero no el que él conoce, sino el de 1955. Juntos tratarán de deshacer los entuertos provocados y de devolver a Marty a su época, por el bien del continuo espacio-tiempo.

El Origen:
La máquina del tiempo es un Delorean, un coche de alta gama al que se le ha añadido un “Condensador de Fluzo”. Mediante varillas de plutonio que producen una descarga de 1,21 gigavatios, el coche permite viajar a cualquier momento de la historia, pasado o futuro.


12 Monos (Terry Gilliam, 1995)


Para muchos la obra maestra de Gilliam (junto con Brazil).

El viajero: James Cole (Bruce Willis) es un preso en una cárcel de un futuro poco prometedor, en el que la Tierra está totalmente contaminada. Sin casi esperanzas de salir de ahí se abraza a una pequeña posibilidad.

El precedente:  Un grupo de científicos dan a James la posibilidad de viajar al pasado para obtener información sobre el virus que afecta a la Tierra

El incidente:
El problema surge cuando Cole es enviado por error a 1990 y no a 1996 como estaba planeado. A partir de ese momento todo son obstáculos para el extraño convicto, que se ve envuelto en una serie de idas y vueltas al “presente” tratando de corregir la contaminación.

Sus cómplices: Si bien James está sólo en su misión, su “compañero” en el presidio, Jeffrey Goines (Brad Pitt) es un personaje recurrente, aunque la que le ayudará será la psiquiatra Kathryn Railly (Madeleine Stowe).

El Origen:
En una especie de sala decadente con una silla anclada a la pared que recuerda de forma evidente una silla eléctrica es el lugar en el que los viajes en el tiempo se producen. Al estar situada en el futuro, ese tipo de tecnologías ya están dominadas (aunque no del todo, pues se cometen serios errores de precisión).

Primer (Shane Carruth, 2004)



La ópera prima de Shane Carruth es un film independiente de lo más bizarro y genial. Una obra de culto poco conocida.

El viajero: En este caso los viajeros: Abe y Aaron son dos ingenieros que trabajan junto con otros dos compañeros en el garaje de su casa. Aunque su aburrido trabajo se ve complementado con experimentos personales en los que la física juega un gran papel.

El precedente: Mientras trabajan en una máquina para reducir el peso de cualquier objeto descubren que lo que realmente han creado es una máquina del tiempo, que permite hacer viajar objetos atrás en el tiempo de manera sencilla.

El incidente:
La cosa se pone interesante cuando Aaron construye una versión más grande de la máquina que puede ser usada por una persona. Aaron y Abe deciden probarla pero teniendo todo tipo de precauciones para no afectar a la continuidad del espacio-tiempo.

Sus cómplices: Sólo Abe y Aaron saben de su invento, por ello únicamente se tienen el uno al otro y eso se nota en su relación, que se va desgastando cuando surgen discrepancias sobre lo que deben o no hacer.

El Origen:
Primer probablemente sea la película más científica sobre viajes en el tiempo. Y es que los cuatro ingenieros se pasan el tiempo hablando de física, y de cuestiones de difícil (si no imposible) comprensión para el común de los mortales. Por eso el espectador no entiende por qué la máquina funciona, pero sí cómo funciona, y eso es lo importante.

Por supuesto nos hemos dejado muchas grandes películas en el tintero como El efecto mariposa, Codigo fuente, Los cronocrímenes, Looper, Midnight in Paris o incluso Austin Powers. Quizá otro día os sigamos hablando de cómo el cine viaja en el tiempo...o tal vez ya lo hayamos hecho.

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