Posted by : El día del Espectador diciembre 05, 2012

DIEGO REAL

Tras el primer artículo de mi compadre Néstor, llega la segunda entrega de las películas del señor Jackson, el señor que actualmente triunfa en Hollywood por el tipín que se le ha quedado y no por sus películas precisamente (ojalá me equivoque, pero El Hobbit no cumplirá expectativas, en general).

Como no podía de ser de otra manera, mi análisis se centra en dos películas completamente bizarras y que se salen de lo común en una filmografía de un director extraño de por sí. Por un lado tenemos la indescriptible Meet The Feebles, y por el otro The Frightners, ambas con una traducción paupérrima en español: El delirante mundo de los Feebles y Agárrame esos fantasmas, las cuales parecen dos comedietas chorras cuando se trata de algo “más serio”.

Jackson terminó de dirigir Braindead y solo con una película demostró que es un director sin ningún tipo de miedo, algo que hoy por hoy parece una característica que se debe eliminar si quieres hacer cine. Pero es que con su segunda película ya demostró que este señor es un gamberro y que tiene unos cojones enormes. ¿A quién si no se le ocurriría realizar una ácida sátira del mundo del espectáculo con marionetas? ¿A Jim Henson? Respondo, no. Yo nunca he visto a la rana Gustavo pincharse heroína o a Gonzo tener una orgía con prostitutas como si hacen los personajes de este “delirante” film, acercándose más a las tiras de Fritz The Cat, de Robert Crumb.

La película, pensada en un primer lugar para la televisión japonesa, es una película coral en la que se narra la vida de la compañía de espectáculos de Los Feebles. Así entre una función y otra tiene lugar se nos muestran la progresiva decadencia de unos animales-marionetas, que pese a lo toscas que puedan ser, te transmiten sentimientos de humanidad al minutos. Así, quiero destacar a tres personajes:

·        Wynyard, una especie de lagarto, rana o sabe Diso el qué. Su historia es sin duda la más recordad del film y además la que más costó rodar al bueno de Peter. Este personaje es un lanzador de cuchillos adicto a todo tipo de drogas, las cuales empezó a consumir tras combatir en Vietnam (los americanos son lagartos y los vietnamitas son una especie de alimañas, todo hay que decirlo). La secuencia bélica es extraordinaria, con todo los tópicos sobre el conflicto y con un homenaje a El Cazador. Gracias  a este personaje podemos ver como una marioneta se puede meter un buen chute de heroína para nuestro goce.


·   La mosca. Y es que como hemos dicho, es una crítica a todo del mundo del espectáculo y no deja “títere con cabeza” (literalmente en ocasiones), por lo que no podría faltar la periodista de prensa rosa/amarilla, si es que ya hay distinción. La periodista de turno es una mosca que como tal come mierda y se dedica a meter mierda, siendo una de las villanas de turno. Entre sus brillantes momentos tengo que destacar, por grandes cotas de mal gusto, uno de sus encuentros con el cojeno Harry, afectado supuestamente por una enfermedad sexual. La mosca aparece de entre sus sábanas y le suelta al conejo: “El sarpullido que tienes en la minga no tiene buen aspecto y no tiene buen sabor, que digamos”.

·        Trevor, una rata que gestiona el asunto de drogas para el gran jefe morsa (Bletch) y que dirige películas porno hardcore. El personaje representa al típico hijo de puta que quiere pervertir en un mundo ya pervertido, pero lo hace con mucha gracia. Por ejemplo, uno de sus actores (un insecto) muere aplastado tras sodomizar a una vaca. A Trevor se la suda y dice que comercializará el film como snuff-movie.

No desvelo mucho más, si queréis acercaros a una película grosera y de mal gusto (la crítica fue casi unánime) disfrutaréis de una película llena de mierda, gore, semen, litros de vómitos y demás fluidos. Si os consideráis cinéfilos (odio esa palabra) y no os gusta esto, al menos disfrutareis de una dirección excelente y unos planos que os dejarán embobados. Una película que no deja títere con cabeza (literalmente).

Por otro lado tenemos una película con aroma ochentera (se nota que detrás está Zemeckis) que me marcó siendo pequeño gracias a las veces que la ponían a la hora de la siesta los fines de semana (sí, cuando ponían pelis buenas y no las heces de ahora). Me refiero a Agárrame esos fantasmas.

Jackson ya era un director de cierto renombre gracias a su cine de la primera etapa (la mejor y más auténtica digan lo que digan) y a películas de corte serio, aunque con mala leche, de la segunda como son Criaturas Celestiales o La verdadera historia del cine. En una vuelta a sus orígenes aunque con los límites que impone Hollywood (ojo, que Universal está detrás) quiso hacer un homenaje a películas que mezclaban terror y comedia, como Los Cazafantasmas o Bitelchús, sin duda los grandes referentes de la cinta ( Danny Elfman el que compone la banda sonora de la película).

El homenaje al cine de los 80 además está en el reparto encabezado por el icono ochentero mainstream  Michael J Fox (su última protagonista como protagonista debido al Parkinson)  pero además cuenta con la presencia de Dee Wallace-Stone, ¡LA MADRE DE ELLIOT EN E.T.!¡LA PROTAGONISTA DE CRITTERS!¡LA DE LAS COLINAS TIENEN OJOS ORIGINAL! y  el icono del cine de serie B Jeffrey Combs, el doctor Herbert West de Re-Animator. Reparto para masturbarse ochenteramente.

The Frightneres (mucho mejor que el fecal título castellano) narra la historia de un arquitecto que tras un accidente tiene la capacidad de ver espíritus. Como buen médium, quiere enriquecerse, por lo que se alía con tres estrambóticos fantasmas para que posean hogares y después el los sacará. Lógicamente, Michael no utiliza pistola de protones ya que siempre cruzaría los rayos (chiste de mal gusto necesario).  Todo se trunca cuando un malvado espíritu empieza a cargarse a gente y todos sospechen del protagonista.
Como vemos un argumento que es una tremenda crítica al mundo de los espiritistas y demás farsantes, que sirve como base para elaborar un film que mezcla con maestría la comedia, el terror (Patricia acojona lo suyo) y el thriller.

Película a reivindicar a hora y siempre con unos efectos especiales tremebundos y que hace que nos entregan ganas de irnos de cachondeo con los muertos.

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