Posted by : El día del Espectador abril 09, 2013


NÉSTOR SÁNCHEZ



Sabemos que este blog se dedica al cine y sucedáneos, pero siempre nos olvidamos de las artes que están detrás, aquellas que han convertido al cine en lo que es hoy en día. Por ello vamos hablar hoy del teatro, ese gran desconocido. Éste desde sus inicios ha establecido unos parámetros que deben seguirse (al igual que en el cine), uno entra en la sala, se sienta y disfruta de la obra, y ahí se acaba todo lo que el espectador tiene que hacer. Pero gracias a la obra “El Psicópata” el anterior modus operandi tiene los días contados.

Raúl de Tomas  (creador y actor) y Rafael Navarro Galán (actor) han conseguido crear una nueva experiencia teatral que supera todo lo antes visto, hasta es mejor que el 3D. Se trata de un nuevo concepto de teatro al que se le aplica, el elemento que está en boca de todos, la interactividad. Hacen participe al que antes era un simple mirón, un espectador. Este hecho lo vemos constantemente en el mundo de los fans, todos ellos eran pasivos y ahora son activos, quiere participar en las historias, y este teatro te sumerge como nunca antes nadie lo había conseguido.

No voy a desvelar nada, no haré spoilers, para respetar a la obra y mantener el miedo y la duda, que todo el mundo que va a asistir tiene. La obra comienza cuando tú y tu grupo de amigos os dirigís a una casa en el centro de Madrid, un hombre despeinado y con una bata os invita a entrar, ahí os explicará una historia: habéis sido invitados para ayudarle a llevar a cabo su venganza contra el temible Draco. Un psicópata que le gusta descuartizar a sus victimas. Ya metidos en la historia, tu miedo está al máximo, sientes que te tocan por todas partes, que en cualquier momento va a salir Draco a matarte… Pero no solo en el miedo reside la originalidad, sino que tú te sentirás protagonista de la historia, tendrás que decidir distintas acciones, cómo con que herramienta quieres torturar. Como veis y espero que viváis, os harán dudar de vuestro propio nivel de locura.

Todos los aspectos y elementos que la conforman son perfectos: una ambiente que te hiela la sangre, una iluminación muy conseguida, una puesta en escena que creerás que estás perdido en ese lugar laberíntico, sonidos por todas partes que te volverán loco… pero sobre todo unas actuaciones magníficas.


Como toda crítica tiene que encontrar algo malo de la obra a analizar, debo decir que es muy difícil sacarle algo a ésta. Pero diré que lo único malo es el final, los actores no salen para aplaudirles y felicitarles por su magnifico trabajo. No olvidemos que sigue siendo una obra de teatro.

No voy a contar nada más de esta obra ya que no quiero desvelar nada, como he dicho, tan solo animaros a que vayáis a disfrutarla y pasar un poco de miedo. Es una experiencia única, y esperamos que sigan haciendo más obras como ésta. ¡Viva la interactividad!

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

- Copyright © El Día del Espectador - Date A Live - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -