Posted by : El día del Espectador noviembre 16, 2013


 HUGO MUGNAI
 
Si hay un género que nos caracteriza culturalmente a los españoles no es otro que la comedia. Y es que si bien durante años se ha acusado al cine español de recurrir en demasiadas ocasiones a la Guerra Civil, el humor ha sido probablemente la fuente de muchas de nuestras historias de forma más o menos consciente.  Y en tiempos como los que corren, en los que nuestro cine y nuestra sociedad no se encuentran en su mejor momento, siempre es de agradecer la aparición de una película nacional que destaque en la cartelera con una visión desenfadada y optimista (aunque sea como puro entretenimiento).

Julián Villagrán y Quim Gutiérrez no saben qué hacer con su jefe
Santi Amodeo nos trae una disparatada comedia basada en el enredo absoluto. David (Quim Gutiérrez) y Mudo (Julián Villagrán) se encuentran, tras una serie de desafortunadas circunstancias, metidos en el coche con el jefe de ambos amordazado y semidesnudo en el maletero. Su principal objetivo: dejar a su jefe (que para colmo es además el suegro de David) en algún lugar seguro sin que éste sepa lo que ha pasado. Por otro lado, Edu (Ernesto Alterio) y Gigi (Enrico Vecchi) son copropietarios de una ruinosa pizzería del centro y deciden secuestrar al jefe de la empresa donde trabaja el padre de Edu, para pedir el rescate y poder salir de la ruina. Así, ¿Quién mató a Bambi? se plantea como una obra coral estructurada en dos historias paralelas que se cruzan en determinados momentos.

Quizá el mayor problema del guión es el desnivel entre ambas tramas; pues la primera comienza fuerte, arrancando carcajadas desde los primeros minutos y atrapando al espectador; mientras que a la otra le cuesta carburar, y con unos personajes algo desdibujados y carentes de interés, puede llegar a verse como una interrupción algo molesta de la primera. Pero desde el momento en el que ambas tramas se cruzan, las dos se igualan y encajan perfectamente dentro de la locura general concluyendo en un final precipitado y algo confuso (como, por otro lado, no podía ser de otra manera), pero perfectamente válido.
Enrico Vecchi y Ernesto Alterio son unos secuestradores amateurs

La pareja Quim Gutiérrez-Julián Villagrán funciona a la perfección, y es que en unos papeles bastante sencillos, ambos cumplen y logran crear una empatía de lo más inocente en el público. En la otra trama  las interpretaciones quedan  desdibujadas, pues los personajes resultan algo endebles. Así, Ernesto Alterio no termina de cuajar en su rol de macarra con pocas luces, mientras que Enrico Vecchi logra evolucionar de un secundario poco interesante hasta lograr convencer en un papel cómico por su "exceso de empatía" con el secuestrado. Mención aparte merecen Clara Lago y Úrsula Corberó, pues sus papeles resultan de lo más secundario. Y es que el film de Santi Amodeo, probablemente no pasaría el -cada vez más en boga- Test de Bechdel, que mide en nivel de paridad entre géneros en las películas, pues sus personajes femeninos tienen un papel secundario y bastante pasivo.

Quizá la mayor virtud de ¿Quien mató a Bambi? es que nos cuenta una historia de enredo y caos que no es nada nueva, es un relato contado miles de veces de mil maneras diferentes. Y sin embargo, funciona, gusta y divierte como si fuera la primera vez. No es una obra maestra, ni una comedia perfecta, eso es evidente; pero es un filme que cumple con lo que promete con gran solvencia y un humor disparatado. Y eso ya es mucho.

NOTA: 7’5

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