Posted by : El día del Espectador noviembre 04, 2012


NÉSTOR SÁNCHEZ

Lo primero de todo es felicitar a mis compañeros y amigos del blog, por superar las 10.000 visitas de la página. Sin ellos esto no sería un blog de cine, sino un lugar donde un loco de la vida escribe sobre películas. Gracias y felicidades.

Por ello, para celebrar este gran número de visitas que espero que siga creciendo, he decidido hablar de lo que para mi es la película por excelencia, mi película, mi filosofía de vida, mi amor platónico. OLD BOY. Con ello no quiero decir que sea la mejor película del mundo, ni de la historia, pero si una de las mejores y que más me ha calado. Ésta película la descubrí en un momento de mi vida donde todo era negro, donde el pesimismo devoraba a mi optimismo. La encontré por casualidad, sin querer; decidí alquilarla (sí, aun existían los videoclubs) y verla en mi soledad. Lo que me transmitió este film fue más allá de lo que te puede transmitir un película que te guste mucho, llego a mi corazón, a mi mente, y realizo un boceto de cómo veía yo la vida.  Me ha marcado tanto que tengo tatuado en mis costillas el título de la película, me define a la perfección, tan solo soy un chico mayor en vuelto en una realidad que no puedo controlar

Pero bueno, no quiero amargaros ni aburriros con mi vida y mi pensamiento, si queréis saber más de ella escribidme, aun que no os gustará. Pasaremos ahora a hablar de la película en si.

Está basada en un manga, con nombre homónimo, que causo furor en Japón a finales de la década de los 90. Llegó a conseguir premios a mejor manga, y tener una gran cantidad de buenas críticas. La historia contaba como un hombre era encerrado en una “prisión” durante 10 años sin motivo a alguno. Cuando es soltado solo tiene una idea en la cabeza, encontrar a su secuestrador y vengarse. A partir de este momento vivimos un historia trepidante y llena de sorpresas, acción, suspense… y demás sentimientos que te hacen quedarte enganchado leyendo el cómic. 

Pasaron los años, la gente se fue olvidando, hasta que llegó Park Chan-wook, o Chan-wook Park, como queráis. Este desconocido director surcoreano llevó a la gran pantalla la adaptación del manga, incluyéndola como segunda parte de su trilogía de la venganza. Antes de seguir aclarar que aunque sea un trilogía cada peli es independiente. Desde su estreno en 2003 ha cosechado un gran numero de premios, el más llamativo es el Gran Premio del Jurado de Cannes. Y no es para menos, la película en si es una demostración de sabiduría y amor al cine como pocos directores han sabido demostrarlo.

La historia es muy parecida al manga, su estructura esigual pero su resolución totalmente distinta, es más, llega a mejorar la trama. Si comparamos las dos historias, manga y película, definitivamente tiene más transfondo y encanto la segunda. Siendo, para mi, la mejor adaptación que se ha hecho. Pocas películas puede alardear de ser mejor que la base original. El director supo extraer la esencia del manga y plasmarla en imágenes en movimiento con una maestría excepcional.

La película nos muestra como un hombre borracho llama a su hija para felicitarla, pero de repente desaparece en la oscuridad de la noche. Oh Dae-Su despierta en una habitación con ciertas comodidades, sin saber porque está ahí, pasará 10 años de su vida encerrado. Al ser soltado, se encontrará inmerso en la realidad de esta nueva sociedad, que tanto ha cambiado, con una única idea, vengarse. A lo largo de las 2 horas del film presenciaremos como realiza la investigación de su secuestro, como fantasmas del pasado que había olvidado resurgen para acabar con su débil alma y como nuevos fantasmas del presente son creados para destrozar su vida desde hoy hasta el fin de sus días. Esta nueva historia, más oscura que la original, os dejara con la sangre helada y empezareis a comprender que la vida, aunque a veces bonita, puede resultar dañina cuando un descubre la verdad. No quiero que os deprimáis, ni os intentéis suicidar, solo intento mostraros lo que para mi, es  una muy buena representación de la vida en fotogramas. 

La película se va desarrollando con una autentica maestría de la colocación y el movimiento de la cámara, que fusionados con el perfecto guión y esas frases tan memorables, hace de esta un diamante en bruto, que gracias a la crítica ha sido elevada, pero aun no ha sido aceptada por el gran público. Algunas de estas frases que tanto definen a la película son: “Aunque no soy más que una bestia, ¿no tengo derecho a vivir?” o “Ríe, y el mundo reirá contigo. Llora, y llorarás solo”.

Para ir acabando deciros que tenéis que ver la película lo más rápido posible, no porque os vaya a cambiar la vida, sino porque Hollywood ya está haciendo el remake; miedo me da. Os dejo la primera fotografía del rodaje. Recemos todos juntos para que no la caguen. 

Y por otra parte, y ya si que acabamos, es que nuestro querido director Park Chan-wook ha sido contratado por USA para realizar su primera film americano, y conociendo el resto de su filmografía, creo que va a ser una muy buena película, que dará que hablar, aquí el trailer. 

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