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- EL NEGOCIO PARALELO EN "MÁTALOS SUAVEMENTE" (2012)
Posted by : El día del Espectador
octubre 26, 2012
HIMAR R. AFONSO

No se trata de un ataque
particular al Presidente Obama, ni de culparle de los acontecimientos que
ocurren en el filme, sino de representar un paralelismo entre el mundo
financiero y el submundo de la mafia contemporánea. Pero vayamos por partes.
Mátalos suavemente es un
artefacto de cine negro consciente y crítico, donde se elabora un discurso
acerca del abandono del ciudadano, de la estructura desunida y de los
desajustes del mercado financiero. El argumento es sencillo: dos yonkis y su
socio deciden robar el dinero a unos mafiosos que organizan partidas de póquer.
Esto traerá cola y pondrán precio a sus cabezas, salpicando colateralmente a
más gente.


Este tipo de ideas con las que
juega el filme introducen a la par el concepto de conspiración y el de terror
(no en el sentido de “terrorismo”). “Mátalos suavemente” es una frase que la
película sitúa en un nivel generalizado, en términos de Sociedad. No es el
paralelismo visual de “los políticos prometen mientras en las calles se matan a
tiros”, no. Es el paralelismo de dos mundos opuestos legalmente pero con un
funcionamiento similar. Dijo Dominik que “siempre he pensado que las
películas de género negro tratan básicamente sobre el capitalismo, porque
muestran el capitalismo funcionando a su nivel más básico”. Y esta película
es capitalismo salvaje.
Y centrándonos ahora en los
recursos narrativos y estilísticos, el más característico del filme es la
utilización descarada de los medios de comunicación como la televisión o la
radio para introducir los discursos políticos de Obama o Bush acompañando las
acciones de los personajes, de una forma extremadamente poco sutil pero que
acentúa el cinismo que envuelve todo el relato. Y a esto se le añade el “baile”
que nos ofrece Andrew Dominik en la estética y la forma audiovisual de la
cinta, mostrando a veces una violencia fría y cruda y dándole un carácter de
brutalidad ralentizada en otras; los diálogos, por su parte, son el grueso de
la narración, sin tener siempre una función narrativa concreta (prácticamente
todos los diálogos con Mickey [James Gandolfini], por ejemplo), recordando en
ocasiones (aunque sin llegar a la comedia negra) el estilo de Pulp Fiction
(1994) de Tarantino. Pero la vocación crítica de Mátalos suavemente
impide regocijarse en el gamberrismo.
De esta manera, la película logra
sumergirte en un universo inestable aunque predecible, violento y gratificante.
Nadie en la historia se salva de la corrupción o la “maldad”, entendida en un
amplio sentido; al final parece que el único de firmes convicciones y de una
cierta sensibilidad moral es, paradójicamente, Jackie; molesta un poco algunas
partes de la conversación final, donde literalmente hablan de Thomas Jefferson,
queriendo poner la guinda del discurso crítico a una obra que ya no necesitaba
más, pero que se salva un poco por la frase de Jackie, que retumba en
los oídos y golpea a los ideales americanos.
Andrew Dominik nos ofrece en 'Mátalos suavemente' un thriller intenso, con ritmo, repleto de escenas vibrantes y diálogos frescos, con humor y drama, una película de factura clásica pero que debe gran parte de sus hallazgos a contemporáneos como Tarantino o Michael Mann. La escena entre Brad Pitt y Tony Soprano, James Gandolfini, es soberbia. No es una obra maestra pero defraudará a pocos. Un saludo!!!
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