Posted by : El día del Espectador julio 22, 2012



DIEGO REAL

Allá vamos con otro film tan peculiar como fascinante. Lo descubrí gracias a esos genios que son Viruete y Paco Fox en La Monstrua de Getafe, festival GRATUITO de películas de dudosa calidad que recomiendo desde aquí. Esta película cerraba la pasada edición y lo hizo entre gritos del público del tipo “¡qué coño es esto!” o “¡qué mierdas acabo de ver!”.

Pero, ¿qué narra esta película para que todo el mundo reaccionara así? Pues este filme musical, futurista y de homosexualidad imperante, narra el ascenso al poder  de una empresa discográfica (narrar es un eufemismo porque de una escena a otra ha pasado todo sin razón aparente) que actúa de manera tiránica al más puro estilo "1984". Menos mal que aparece una resistencia de la mano de una suerte de Sergio y Estíbaliz yiddish. Y ahora viene lo bueno,  en realidad, y esto es de traca, se narra de manera indirecta (a veces no tanto, lo que da algo de vergüenza), la historia del pueblo judío en el Antiguo Testamento.


 Detrás de esta aberración se encuentra el israelí Menahem Golam, fundador de Cannon Films, la productora que está detrás de películas como "Masters del Universo", "Delta Force" o "Superman IV". Además de intentar llevar una de las primeras versiones de Spiderman con Dolph Lundgren como el Duende Verde y Stan Lee como Jonah Jameson. En un delirio del cineasta (que tiene varias nominaciones al Globo de Oro y una al Oscar), quiso hacer la película enteramente en hebreo. MGM, le dijo que se dejara de locuras. Y esa es otra, la película es de una major como MGM, lo que hace que tenga un gran presupuesto. Y es que había que recrear bien la visión que se tenía en 1980 (fecha de la película) de 1994 (año en el que transcurre).

La película tiene todo lo necesario para ser un film de culto: argumento hilarante, canciones absurdas, momentos supuestamente humorísticos que dan vergüenza o un tipo en tanga que es la representación del mal.

Si tuviera que hacer un TOP 3 de los mejores finales de la Historia del cine, el final de "The Apple "sin duda estaría aquí (junto con el de "Los caballeros de la mesa cuadrada" y" La noche de los muertos vivientes"). Y es que, de un plumazo la película se resuelve de manera completamente inesperada y te sientes insultado, pero después recapacitas y te das cuentas que Golan tiene unos cojones que no le caben en el pantalón. Y es de agradecer.


Para terminar, que mejor que escuchar dos de los temas de la película, uno el tema principal y el otro sobre drogas. Tremendo…




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