Archive for julio 2012

ROLAND "EL DESTRUCTOR" EMMERICH

By : El día del Espectador

ÁLVARO TEJERO

 ¿Cómo firmará Roland los contratos para hacerse cargo de una película? ¿Exigirá un fijo de destrucción por minuto o cada vez que hay un guión en dónde el mundo se acaba los productores de Hollywood piensan en él? Antes de responder aclaremos quién es Roland:

Roland Emmerich (1955, Stuttgart) es ese director alemán asentado en Hollywood famoso por dirigir grandes blockbusters como Godzilla (1998), Independence Day (1996), 2012 (2009) o El día de mañana (2004); en los que los efectos especiales y la destrucción del mundo llenan las salas de todo el planeta. Su idearío cinematográfico se resume en la letra de la sintonía española de Dragon Ball Z: "luz, fuego, destrucción..."

A pesar de que la mayoría de sus obras tienen críticas negativas y se consideran malas hasta para los menos iniciados Roland no es un director odiado. Cae simpático, al menos para mí, es ese tío al que le gusta acabar con el mundo y advertirnos de los peligros que nos acechan. Es el caso contrario a Michael Bay; aunque se les compare en ocasiones,  que si cuenta con un mayor odio hacia su persona. Esto se debe a la simpleza de Emmerich, que solo busca entretener a través de historias sencillas en las que hay mucho plano digital y aventuras protagonizadas por héroes de a pie. No como Bay, dónde estadounidenses creídos salvan al mundo mientras los tímpanos te explotan y la cámara te impide entender lo que está pasando envuelto todo en aburrimiento pretencioso. Esa es una de las claves de Emmerich, colocar tramas cercanas en escenarios gigantescos.


Tenemos  a padres de familia obligados a luchar por los suyos en medio de grandes conflictos (El patriota [2000], 2012 o 10000 [2008]) y a jóvenes que de repente se convierten en héroes inesperados (Stargate [1994], Independence Day). Claro, que existe también el patriotismo, la importante presencia del ejercito norteamericano y una defensa de los valores de la familia y el amor, un conservadurismo (aunque en su vida privada es homosexual reconocido) que reconocen al realizador de Anonymous [2011] como un mercenario de primer nivel.

Emmerich es famoso por la destrucción y así lo ha demostrado a lo largo de su filmografía. En Stargate ya comenzó explotando naves espaciales, un ensayo comparado con lo vendría después en Independence Day, en la que comienza su manía por destruir monumentos nacionales.


En Godzilla dejo New York en ruinas para tomarse un respiro con El Patriota, en la que aparca la destrucción de ciudades para la destrucción física de malvados británicos gracias a los hachazos indiscriminados de Mel Gibson. En El día de mañana devuelve a la tierra a la glaciación, cambió de registro en 10000 para hacer de las suyas en la prehistoria antes de alcanzar su cenit en 2012, en la que nos ofrece todo tipo de variantes de catástrofes naturales. En su último filme, Anonymous, se dedica a socavar la figura de nada más y nada menos que Shakespeare. No puedo opinar sobre su primera experiencia en USA con Soldado Universal [1992] porque jamás he visto nada protagonizado por ese "actor" llamado Jean-Claude Van Damme.

Lo más increíble de todo es que a pesar de que todo son meras excusas para reventar la taquillas ha conseguido con cada obra abrir acalorados debates sobre las teorías que proponen sus películas; ya sea el cambio climático, el fin del mundo, la construcción de las pirámides de Egipto o la autoría de obras literarias.

Sin embargo, aunque Emmerich domine los grandes presupuestos y la destrucción global dónde mejor se mueve es historias con alma de serie B (no obstante es el productor de la divertida parodia Arac Attack [2002]). Le encantan la ciencia ficción y la historia, y es cuando las mezcla que consigue sus mejores resultados. Comenzó así su carrera en Alemania y sus dos mejores obras se sustentan en esa base: Stargate, su película más valiosa sin duda, una aventura de ciencia ficción en la que todo funciona y de la que estaría orgulloso de haberla producido Steven Spielberg y 10000 ;ese inconfeso remake de Apocalypto [2006], la obra maestra de Mel Gibson, convertida en entretenida aventura de una simpleza e imaginación increíbles.


Cuando opta por la seriedad e intenta darle profundidad y dramatismo sus películas se derrumban como los edificios que las pueblan. Independence Day es aceptable y pionera, Godzilla es fallida a todos los niveles, El día de mañana una odisea fría, El patriota una venganza sangriena hasta llegar a la ridícula 2012. Todas ellas lastradas además por una excesiva duración.

Sus personajes estarán llenos de clichés, todos sus guiones terminan en una lucha entre buenos y malos y en ocasiones es mejor tomárselo con humor pero aun así mantiene una narrativa clásica, su cámara muestra la acción, las taquillas le quieren y en ocasiones entretiene. Me falta por ver Anomymous, dicen su obra más seria, pero es que tanta destrucción me ha dejado exhausto!Escuchad¡


"Rocío y los detonadores" (1972)

By : El día del Espectador


DIEGO REAL

En mi afán de encontrar película extrañas, encontré una que mezcla dos de mis aficiones: el bizarrismo y la copla. Esta “película”, en realidad un especial televisivo hecho para el lucimiento de la gran Rocío Jurado, es "Rocío y los detonadores", de 1972.

Todo el mundo sabe el boom que se produjo  de películas de procedencia estadounidense que tocaba el tema de la Guerra Fría, los espías, los terroristas, lo nuclear en general…En España, aunque tarde, también llegó la moda (entre los 70 y los 80). De este apogeo salieron películas como "Objetivo Bi-ki-ni "(del gran Mariano Ozores), "Operación Mantis" (la única película por la que ha pedido disculpas Paul Naschy) o la filmografía de Juan Piquer Simón.  "Rocío y los detonadores", es otra de esas obras. Ahí va el argumento:

Rocío Jurado (que se interpreta así misma) es secuestrada por un grupo terrorista ya que su voz causa reacciones atómicas que pueden detener todas las bombas del mundo. La misión será rescatarla y adivinar qué canción es la fórmula.

Como vemos, el argumento, ridículo e impactante por ser quién es, es un mero vehículo para añadir videoclips de la artista en el que se puede ver como canta Cuchillo y espada, mientras vemos imágenes de lucha entre terroristas (en realidad son dos grupos enfrentados), bombas nucleares con filtros de colores… Un delirio pop y kitsch absoluto aderezado con unos efectos especiales de todo a cien. De hecho, una escena requirió cerrar una calle de Salobreña de espuma durante todo el día, lo que provocó el agobio de los vecinos. Policía y bomberos debían vigilar que nadie saliera de sus casas porque, literalmente, podían morir ahogados.

Esta película-especial-delirio está dirigido nada más y nada menos por Fernando García Tola, genial realizador televisivo creador de Si yo fuera presidente y presentador de 2x2.


"Rocío y los detonadores" es una película a reivindicar y que es prácticamente imposible de visionar. Una de las últimas veces en las que se pudo ver la película fue en 2009 en el especial que se hizo sobre Alhambra y cine en la Filmoteca de Andalucía.

En resumen, una película delirante e insólita para rememorar a “la más grande”.

"ELEFANTE BLANCO", PEQUEÑOS GIGANTES

By : El día del Espectador


HIMAR R. AFONSO

Las reformas sociales tienen efectividad a largo plazo cuando son ejercidas desde el poder. Los barrios marginales nunca saldrán del infierno en la tierra sin el apoyo político pero, ante su ausencia, queda la esperanza que hombres como el padre Julián inspira con su obra, en este caso en un barrio marginal de Buenos Aires, donde lleva diez años ocupando ilegalmente una obra que comenzó el gobierno y que dejó a medias. "Elefante blanco" (2012, Pablo Trapero), el título de esta película que ha pasado desapercibida, pone nombre también a ese proyecto y que representa, además, la lucha contra la opresión y la marginación social que estos sacerdotes llevan a cabo.

Tres son los personajes que conforman la trama y que constituyen un triángulo de estabilidad que, sin embargo, es inestable por momentos: el padre Julián (interpretado espléndidamente por Ricardo Darín), líder religioso del proyecto y de esas personas desamparadas; Luciana (Martina Gusmán), una trabajadora social atea que lucha codo con codo por toda esa gente; y el personaje clave (tanto para Julián como para el relato), Nicolás (muy buen papel de Jérémie Renier), sacerdote también que vivió en el Tercer Mundo un suceso trágico que le tortura el alma día tras día.

Julián ofrece a Nicolás trabajar con ellos en la Villa Virgen, donde las viviendas son chozas, los niños están metidos en drogas, la mafia local golpea con fuerza y el gobierno presiona para mantener el gueto cerrado. Poco a poco, Nicolás irá tomando la responsabilidad que moralmente siente por la causa, por tener el valor y el coraje de actuar pese a las consecuencias, sin saber que además es la última esperanza de Julián de que su proyecto perdure. Sin embargo, los problemas empezarán entre ellos, que tienen visiones distintas de cómo cambiar las cosas. Mientras que Julián pelea en los despachos del obispado por obtener recursos, Nicolás y Luciana correrán las calles junto a su gente, siendo esto el verdadero refugio que Nicolás encuentra, ya que la auténtica responsabilidad que él mismo sabe que tiene que tomar, pasa por entregarse a la causa renunciando a sus deseos...


Y es aquí donde comienza el mayor interés de la película: bajo el plantel social de una multitud oprimida y desamparada, apoyada por unas pocas “buenas almas” que trabajan por mejorar la situación, el director Pablo Trapero centra la atención poco a poco y de forma muy acertada en el conflicto interno que tiene Nicolás, un hombre que ha dedicado su vida a los pobres, que sabe que tiene capacidad para seguir haciéndolo pero que, tras lo vivido, no está seguro de que ésa deba ser su vida. Por otro lado, Julián (destacar nuevamente a Darín como ese actor que no actúa), quien comienza a sentir el temor a la muerte que todos tenemos y que está volcado a la causa, lo que realmente es otra forma de evadirse a sí mismo, de perdonarse.

El río de este relato irá desembocando hacia un final impactante, brillante incluso, pero con un epílogo que, a título personal, resulta incoherente. Unos personajes con una profundidad muy interesante y sin llegar a ser empalagosa, una música que pretende ser rompedora y resulta algo forzada y un montaje exquisito donde se unen las oraciones con las duras imágenes del infierno en la tierra, como en "Ciudad de Dios" de Fernando Meirelles y Kátia Lund, solo que aquí no es el la tierra de los hombres el único infierno, sino también el corazón de quienes tienen un conflicto moral, Nicolás y Julián, el primero no renuncia a su vida y el segundo siente que la Iglesia debe tomar partido. Una película muy recomendable.


La Otra Mirada: Parte 1

By : El día del Espectador


ÁLVARO TEJERO

Esta es la primera entrada de "La otra mirada" . Una sección que nace con la intención de dar a conocer esas otras noticias que no aparecen destacadas en las principales páginas y programas dedicados al séptimo arte y sus variantes. Aquí cabe todo: curiosidades, hechos a destacar, polémicas y muchas otras cosas que creemos deben conocer. Dicho esto, VAMOS ALLÁ:

1.- Quién fuera habitual colaborador del siempre desafortunado Sam Peckinpah y recordado por dar vida a Billy el niño en la mítica "Pat Garret y Billy the Kid" ha vuelto a aparecer en pantalla. Kris Kristofferson, que aparte de actor es uno de los artistas de country más respetados de USA, protagoniza el videoclip de la canción de cabecera del nuevo album de la maravillosa Bradi Carlile http://www.brandicarlile.com/music/bear-creek


2.-El viernes comienzan los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Eso ya lo conoce todo el mundo. La noticia está en que la ceremonia de inauguración ha sido diseñada y dirigida por el director británico Danny Boyle. Si en Pekín 2008 fue el estilista Zhang Yimou el que maravillara al mundo, ahora las miradas de los aficionados al audiovisual se centrarán en el trabajo del director de "Trainspotting".

3.-Paul Verhoeven. El siempre polémico y excesivo realizador holandés vuelve con fuerzas después de la extraordinaria "El libro negro" dispuesto a provocar a los espectadores. Prepara su propia versión sobre la vida de Jesucristo y ahora intenta encontrar distribución para su última obra. En las dificultades para encontrar noticias sobre "The entertaiment Experience" puede tener algo que ver que en su trailer aparezca un plano en el que se clavan unas tijeras en la tripa de una embarazada. Sexo, violencia y engaños. Puro Verhoeven. Aquí os dejamos el trailer .

4.-HBO, AMC, FOX y demás cadenas norteamericanas copan el mercado de series impidiendo ver en ocasiones otras propuestas de gran interés. Por eso recomendamos la primera serie de ficción emitida por el History Channel. Se trata de "Hatfields & McCoys", un duro drama que cuenta el enfrentamiento entre dos familias del oeste americano. La vuelta al western de Kevin Costner. Pasión, violencia, amor y odios irracionales bajo la dirección de Kevin Reynolds ("Robin Hood, príncipe de los ladrones")


5.-Por último, llamar la atención sobre el emotivo documental que se prepara sobre Drew Struzan. El nombre no significará nada para muchos, pero si decimos que es el artista detrás de los carteles de las sagas de Indiana Jones  Star Wars o Harry Potter , y de películas diversas como "Blade Runner", "Cadena Perpetua", "E.T", "Acorralado" y "Regreso al futuro" entre otras muchas la cosa cambia http://drewthemovie.com/ . Os dejamos con Frank Darabont hablando sobre él a raíz de esa obra de culto llamada "The mist"


"The Apple" (1980)

By : El día del Espectador


DIEGO REAL

Allá vamos con otro film tan peculiar como fascinante. Lo descubrí gracias a esos genios que son Viruete y Paco Fox en La Monstrua de Getafe, festival GRATUITO de películas de dudosa calidad que recomiendo desde aquí. Esta película cerraba la pasada edición y lo hizo entre gritos del público del tipo “¡qué coño es esto!” o “¡qué mierdas acabo de ver!”.

Pero, ¿qué narra esta película para que todo el mundo reaccionara así? Pues este filme musical, futurista y de homosexualidad imperante, narra el ascenso al poder  de una empresa discográfica (narrar es un eufemismo porque de una escena a otra ha pasado todo sin razón aparente) que actúa de manera tiránica al más puro estilo "1984". Menos mal que aparece una resistencia de la mano de una suerte de Sergio y Estíbaliz yiddish. Y ahora viene lo bueno,  en realidad, y esto es de traca, se narra de manera indirecta (a veces no tanto, lo que da algo de vergüenza), la historia del pueblo judío en el Antiguo Testamento.


 Detrás de esta aberración se encuentra el israelí Menahem Golam, fundador de Cannon Films, la productora que está detrás de películas como "Masters del Universo", "Delta Force" o "Superman IV". Además de intentar llevar una de las primeras versiones de Spiderman con Dolph Lundgren como el Duende Verde y Stan Lee como Jonah Jameson. En un delirio del cineasta (que tiene varias nominaciones al Globo de Oro y una al Oscar), quiso hacer la película enteramente en hebreo. MGM, le dijo que se dejara de locuras. Y esa es otra, la película es de una major como MGM, lo que hace que tenga un gran presupuesto. Y es que había que recrear bien la visión que se tenía en 1980 (fecha de la película) de 1994 (año en el que transcurre).

La película tiene todo lo necesario para ser un film de culto: argumento hilarante, canciones absurdas, momentos supuestamente humorísticos que dan vergüenza o un tipo en tanga que es la representación del mal.

Si tuviera que hacer un TOP 3 de los mejores finales de la Historia del cine, el final de "The Apple "sin duda estaría aquí (junto con el de "Los caballeros de la mesa cuadrada" y" La noche de los muertos vivientes"). Y es que, de un plumazo la película se resuelve de manera completamente inesperada y te sientes insultado, pero después recapacitas y te das cuentas que Golan tiene unos cojones que no le caben en el pantalón. Y es de agradecer.


Para terminar, que mejor que escuchar dos de los temas de la película, uno el tema principal y el otro sobre drogas. Tremendo…




¿Qué hora es? Es "hora de aventuras"

By : El día del Espectador


NÉSTOR SÁNCHEZ


Coge a tus amigos y vámonos con Jake el perro, y Finn el humanoasí da comienzo una de las mayores series surrealistas de animación que nuestra cerrada mente podrá haber visto. En el momento en que comienza la canción debes abrir tus puertas y dejarte llevar al fantástico mundo de Ooo, lleno de peligros, princesas con sus respectivos reinos y seres de lo más extraño. Y es en este mundo donde una amistad está por encima de todo, la de Finn y Jake. Al igual que en “Cadena Perpetua”, estos dos colegas vivirán las aventuras más alocadas poniendo en peligro su relación, pero siempre acaba ganando el cariño que sienten el uno por el otro.


Esta nueva serie la podemos etiquetar como surrealista, y si la comparamos, se acercaría en cierta medida a "Bob Esponja", con sus distancias. Es una serie en la que todo puede ocurrir: desde zombies, hasta segundas dimensiones, pasando por “Origen”.



Este mundo aunque parezca extraño presenta ciertas similitudes con un planeta conocido para nosotros: hay humanos, vehículos, tecnología familiar… exacto este mundo llamado Ooo fue en su momento la Tierra. La serie no te lo dice directamente, pero te deja pequeñas pistas que tú vas uniendo. Según distintas teorías que corren por Internet, dicen que algún cataclismo acabo con la vida de la tierra y todo lo que salen son mutantes o nuestra propia evolución. Llegados a este punto nos preguntamos ¿esto es una serie para niños? Y la respuesta es: eeeeeeeee… Vayamos paso por paso:

1. Es una serie de animación emitida por Boing en horario infantil, ya sé que entro en estereotipos, pero con esto ya tiene muchas papeletas para que este destinada a niños. 

2. Muchos de los chistes son visuales e incluso sonoros (en muchos capítulos hay chistes con pedos) 

3. Pero también encontramos chistes que tienen un trasfondo político, social o económico, que un adulto lo puede entender fácilmente. Se aprecia que las gobernantes femeninas tienen mejor disposición para gobernar, en cambio el único rey que hay es un villano. 

4. Muchos capítulos muestran fantasmas o espíritus, que pueden hacer que un infante no pueda dormir por la noche. 

5. Muchas de las tramas son muy enrevesadas y hacen ciertos guiños a películas o episodios pasados, los cuáles pueden ser difíciles de pillar para los niños. 

6. Los personajes principales tiene muchos problemas psíquicos y sociales, como el Rey Hielo, el cuál es una persona con problemas mentales y sociales que le hacen secuestrar constantemente a personas para que sean sus amigas. 

Como veis nos encontramos en un línea, una frontera entre lo infantil y lo adulto que últimamente está siendo traspasada continuamente por películas de animación, el ejemplo más claro “Shrek”. La animación está en constante transformación y revolución. La animación de cine tiene un fin claro, que los padres también se lo pasen bien viendo la película y no se aburran. Pero, ¿en la TV?

Hoy en día cada uno ve la TV dónde quiera, cuándo quiera y con quién quiera. Por lo tanto la animación para “adultos” en la TV tiene otro fin: maquillar la realidad. Hacer que el adulto por unos minutos se olvide de su día a día. Que pueda ver la realidad de otra manera, que se ría de ella en su cara. Y una vez que acaba el adulto podrá afrontarla desde otro punto de vista y más dispuesto a ello.

En conclusión, esta serie da un paso más en la animación para adultos e infantes, una serie que puede ser vista por todo el mundo y que tengan un momento agradable. Además se le añade el toque fan, muchas personas siguen las aventuras de estos dos amigos con detenimiento y pasión (me incluyo). Larga vida a “HORA DE AVENTURAS”, es la serie más “matemática” que hay en la TV.

"1612" : Ramón Langa en Rusia

By : El día del Espectador


HÉCTOR HERNÁNDEZ

Para esta primera entrada he escogido una película ("1612" Vladimir Khotinenko) que sin estar en mi lista de rarezas y clásicos de director (de estos que nunca vuelven a hacer películas como en sus inicios), si que ha sido de las curiosidades más refrescantes que ha llegado a mí en los últimos tiempos.





La cinta sólo se llegó a estrenar en el cine en su país de origen, si bien ha tenido la suerte de ser doblada al ingles y al español de manera más que aceptable. Y esto es por que el contexto y marco histórico de la película queda muy lejos del conocimiento de cualquiera que no habite la región de los Urales, si bien hay mucho que por buscar cine curioso y alternativo está acostumbrado a mirar entre las producciones orientales de diverso y curioso origen (que no nos llegan aquí mas que con una marginal difusión), es raro el que realiza estos mismos sondeos entre la cartelera rusa.

Ambientada en los inicios del siglo XVII en las accidentadas transiciones y sucesiones de las distintas líneas de zares, soslayando un poco la cronología y ubicación temporal de algún que otro suceso; con un joven esclavo como protagonista, que a los diez minutos acaba como sirviente ni más ni menos que de Ramón Langa haciendo de caballero español. Sobrepuestos del impacto de no escuchar a este hombre doblando a Bruce Willis nos encontramos con una trama con un ritmo no en exceso trepidante pero bastante constante, plagado de pequeñas referencias a la mitología e iconografía rusa, así como su contexto sociopolítico en el que es fácil perderse y con una innumerable cantidad de hechos curiosos.

No puedo pasar sin comentar la insistente referencia a la Verdadera Destreza Española, escuela de esgrima y arte marcial preponderante en nuestra tierra en aquella época, y por cuyas referencias llegó a mis oídos la película, a la que se le da un trato un tanto esotérico, culpa en gran parte del Maestro Gerard Thibault que extendió estas ideas fuera de nuestras fronteras, con unas ilustraciones en sus tratados que animaban al imaginario (maldito círculo misterioso).



No voy a detenerme a valorar la esgrima que se ve, ni lo erróneas que puedan ser las explicaciones, ya que no deja de ser una coreografía en una historia de aventuras. Pero si voy a comentar la referencia más curiosa que hacen a la estocada que llaman “El Beso de la Muerte”, que por supuesto nunca ha existido, pero me da que tiene origen en un golpe de la esgrima española aquí conocido como Estramazón  que consistía en una cuchillada a la cara con la punta de la espada, ejecutada con un golpe de muñeca, que tenia a bien dejarle al otro guapete, llevándote ojos nariz y boca sin producir heridas graves o matar a nadie, y que los bravucones españoles popularizaron en sus reyertas de bar allende fronteras donde se le acabó llamando “el beso español” (The spanish kiss), y que en la película han querido darle presencia de forma tan floreada. Años estudiando tratadística, biomecánica y entrenando, y este tío aprende todo en un sueño; no es justo.



Otra curiosidad que me han resaltado en más de una ocasión es la fabricación improvisada y aparentemente surrealista de un cañón hecho de cuero, cosa que sí que existió y estaba más extendido de lo que la gente se imagina. Cómo pieza de artillaría improvisada era muy fácil de fabricar y permitía hacer 4 o 5 disparos antes de quedar inservible, las referencias históricas son abundantes para quien quiera indagar.

No voy a perderme en comentar más detalles en los que me pondría a divagar de sobremanera, como la aparición de los húsares alados y ¿Los españoles no comemos pescado de rio? ¿Desde cuándo?, y otras muchas perlas que es mejor descubrir por uno mismo.

En general queda como una de aventuras bastante bien estructurada, con un presupuesto más que notable para una producción sin salida al mercado extranjero y muy bien aprovechado, que en ningún momento da la sensación de ser cutre. El trabajo de actores es bueno y sin tener una dirección extraordinaria no chirría ningún personaje. No me queda más si no que recomendar verla y disfrutar de esta curiosidad que nunca llegó a nuestras pantallas; y que Ramón Langa no se os aparezca en vuestros sueños.
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"INCENDIES": Te quemará el alma

By : El día del Espectador
ÁLVARO TEJERO



El fuego arrasa con todo, poco a poco, pero de manera inexorable. Trás él quedan las cenizas pero también la esperanza de un nuevo renacer.  Destrucción y creación en un mismo lugar, a la vez.

Incendies es cómo el fuego: brillante, hipnótico, crece lentamente y es hermoso en su destrucción. En la edición de los Oscar de 2011 la danesa "En un mundo mejor" se llevó la estatuilla a mejor película extranjera derrotando a Incendies; sin embargo la ganadora moral es "La mujer que cantaba" (así es el apropiado título en el mercado mexicano). Ganadora moral porque nunca podría haber ganado el premio con semejante dureza y desnudez de alma.

Este drama familiar está concebido como una cinta de misterio, resuelta en forma de odisea a través de un viaje hacia los infiernos, hacia el pasado que condiciona el presente. A pesar de su frialdad y de su ritmo pausado engancha desde el primer momento, planteando un problema de atrayente solución: tras la muerte de una mujer árabe en tierras canadienses, el notario para el que trabajaba entregará dos cartas a sus hijos gemelos. Debe entregarlas a su hermano y a su padre, cuyo paradero desconocen e incluso su misma existencia.


Aquí comienza el viaje, la búsqueda de una verdad tan dolorosa como necesaria según la propuesta del filme. Es una de sus mayores cualidades, la honestidad. La película plantea la necesidad y el valor de la verdad (por muy tremenda que sea) para cerrar las heridas, y a ello se aplicará junto a su personaje principal (la hija de la mujer árabe, increíblemente interpretada por Mélissa Désormeaux-Poulin), perdida en la oscuridad del una tierra que no conoce y a pesar de las obstáculos y de las necesidades del espectador.

Incendies es una adaptación de una obra teatral, pero el director Dennis Villeneuve realiza puro cine. Apuesta por una dureza y frialdad emocional; una contención que evita que su obra se convierte en un folletín, y a pesar de los planos largos y fijos consigue un ritmo uniforme y creciente. Consigue planos de gran estilismo con una fotografía que transmite el polvo y el calor de los escenarios y ofrece una clase magistral de puesta en en escena (profundidad, acción fuera de plano...) y utilizando en cada momento la técnica cinematográfica que corresponde (ralentización, cámara al hombro, plano secuencia...).


A ello se une un guión cerrado, que dosifica los datos y hace uso de la elípsis de forma magistral, además de alternar los distintos idiomas con sentido narrativo. Combinando dos líneas temporales sin necesidad de utilizar recursos visuales y dividiendo la obra en capítulos a cada cual más intenso. Resolviendo los enigmas con calma, dando pistas al espectador antes que a los personajes, que intuye la terrible verdad pero necesita mirarla a los ojos.

El único fallo reprochable es la falta de indicaciones temporales y geográficas que ofrece. La película transcurre en el Líbano, durante la contienda civil de las décadas de 1970-1980 que enfrentaron a musulmanes y cristianos (una explicación generalizada y simple por mi parte).  A pesar de algunos problemas iniciales que puede provocar al final se traduce en un acierto, ya que no es otra denuncia de una matanza, sino una fábula universal que podría ocurrir en cualquier lugar. El odio es universal y la guerra entre hermanos y religiones algo histórico. Consigue así retratar el significado de una guerra civil de forma ejemplar; ese fanatismo y odio irracional que se transmite de generación en generación, esa ocultación del pasado que se realiza para seguir adelante, la perdida en el tiempo de las razones para matar (si alguna vez las hubo). Y todo esto acompañado del melódico nombre en la ficción de la mujer árabe: Nawal Marwan o "la mujer que canta" (sin palabras el trabajo de Lubna Azabal)


Es una película de una dureza terrible, más aun porque es algo real, basada en multitud de casos reales. Mostrada de forma directa, de una belleza trágica similar a la conseguida en La lista de Schindler (la mayor alusión en la escena en que un francotirador abate uno a uno a varios niños sin ningún tipo de pestañeo). Todo ello hasta llegar a este tremendo e indescriptible final que vamos intuyendo, pero no por ello menos devastador. Un final y una verdad que los personajes no rehuyen, que cierra su pasado y les permite vivir en paz, seguir adelante; algo que jamás podrá hacer ese niño que mira a la cámara al principio y al final del metraje perdido en ese odio que le inculcan desde la cuna.



TOP 10: DISCURSOS

By : El día del Espectador

 NÉSTOR SÁNCHEZ

10 – El Ejercito de las Tinieblas
Estamos ante uno de los discursos más surrealista y ,a la vez, incitador de la historia del cine. Por una parte nos resulta gracioso que el mismísimo Bruce Campbell les esté enseñando a personas de la Edad Media lo que es una escopeta, pero por otra parte, tu cuerpo se llena de una necesidad terrible de tener una de esas.



9 – Trainspotting
Vaya inicio de película. Estos primeros 5 minutos te hacen replantearte si estas satisfecho con tu vida y sobre todo con las decisiones que has tomado. Es un gran discurso que nos hace darnos cuenta de que los que gobiernan el mundo nos hacen creer que somos únicos pero somos una parte más de todo el sistema. Con esto no quiero decir que os metáis rayas.



8 – La última noche
¿Quién no ha tenido alguna vez la necesidad de mandar todo a tomar por el culo? No me creo que nadie diga que “yo no”. Esta escena refleja ese sentimiento de impotencia, de no poder hacer nada ante toda la mierda e hipocresía que te rodea. “Jodámonos todos”.




7 – 300
¡Por la inmortalidad! Ese miedo de ser olvidados, que nadie nos recuerde, es reflejado en este discurso. En una época donde lo más importante no era el presente si no el futuro, una vez que hayas muerto, este tipo de discursos se repiten una y otra vez en filmes de las mismas características.



6 – Watchmen
Siguiendo la línea de “La última noche”, este pequeño discurso es narrado por uno de los mejores antihéroes de la historia del cómic y del cine. Con ciertos toques de “Taxi Driver” ,nos muestra una ciudad corrompida y ensuciada por la escoria que la conforma.



5 – Pulp Fiction
Nunca me ha gustado un texto de la Biblia como este. No soy muy partidario de este libro y tampoco me lo he leído, pero seguro que todos sabemos lo vengativo que puede ser Ezequiel.



4 –  La Chaqueta metálica
Uno de los discursos más conflictivos que existen. Encontramos a personas que al verlo se pueden sentir ofendidas y llegar a despreciar al General por su falta de respeto. Y luego encontramos a personas, como yo, que lo encuentran uno de los mejores monólogos cómicos faltando al respeto de la historia.





3 – Los elegidos 2
Secuela de una película poco conocida, cuyo director solo ha hecho estas dos. En esta segunda parte encontramos un gran discurso sobre los avances que ha hecho el hombre y cómo nunca debemos rendirnos.



2 – El Señor de los anillos
Discurso breve y conciso que a más de uno, me incluyo, le dan ganas de salir corriendo de su casa, esgrimiendo una espada, al grito de ¡MUERTE!



1 – I am a Champion
Ya sé que éste no pertenece a ninguna producción audiovisual, pero poco queda para que las productoras se peleen para contratar a este entrenador. Sin palabras.



"THE AMAZING SPIDER-MAN": La araña Garfield

By : El día del Espectador

ÁLVARO TEJERO

"The Amazing Spider-Man" hace honor a su nombre: es una película ligera, con altas dosis de entretenimiento, un ritmo endiablado y una estética y espiritu comiquero que provocan que a pesar de su importante duración (136 min) en ningún momento se haga larga.

Está nueva versión, que no visión, de los inicios del hombre araña sostiene sus cimientos sobre la figura de Andrew Garfield, perfecto en su interpretación de Peter Parker/ Spider-Man (al fin vacila a sus enemigos), dotando al personaje de una intensidad y fisicidad que ya se veía en sus primeros trabajos. Junto a él aparece la dama de la función, Emma Stone, que consigue que desde la primera aparación de sus maravillosas piernas  no queramos que desaparezca de la pantalla.

Así, la enorme química que evidencian los dos protagonistas se convierte en el pilar del filme, que en consecuencia es superior a la hora de manejar las relaciones sentimentales y de mostrar el ambiente juvenil que en las partes de superhéroe puras y llenas de acción. Por lo tanto, nos encontramos con una primera parte de alto nivel en la que se nos muestra los orígenes del personaje y la relaciones humanas (impagable el momento en que Garfield le pide la primera cita a Stone) y una segunda parte en la que "The Amazing Spider-Man" se vuelve más rutinaria acompañada del villano y la inclusión de una fallida trascendencia.

Porque el Lagarto y el otro "villano" (el padre de Gwen Stacy) son los dos personajes más flojos que aparecen. El doctor Connors es un antagonista sin gran personalidad ni fuerza, cuyas motivaciones no están lo suficientemente claras y en ningún momente llega a representar para el espectador ninguna amenaza seria, siendo sólo creible como figura animada. El policía interpretado por Dennis Leary llega a resultar patético en algunas ocasiones, una caricatura metida con calzador. La culpa no es principalmente de los intérpretes (Rhis Ifans y Dennis Leary) sino de un guión y montaje que los deja en pañales.

En el guión es dónde se encuentran los principales problemas de la cinta. Es un libreto lleno de ritmo, consiguiendo en su primera parte diversión y grandes momentos con la parte romántica, y que basa en la elípsis gran parte de su fuerza. Sin embargo, este ritmo y ligereza va en contra de la emoción del filme, al que le falta respirar en ocasiones. Pero el mayor fallo está en su desarrollo, olvidándose de personajes importantes ( la tía Mary interpretada por la esplendida Sally Field), convirtiendo a Gwen en otra mujer florero del héroe, y no cerrando algunas tramas para una casi segura secuela (la muerte de los padres de Peter Parker).  Algunos criticarán las casualidades mediante las que se van resolviendo las situaciones, pero esto es algo también propio de la narrativa de cómic, aunque en ocasiones puedan resultar excesivas (el obrero de las grúas).


En defensa de las lagunas existentes y de situaciones un poco absurdas reconocer que se notan los recortes en el montaje realizados semanas antes de su estreno (faltan muchas imágenes de los trailers) y que se cebaron en las relaciones de los personajes. Lo que no se puede defender son las dos muertes que hay en el filme, siendo ambas las dos peores escenas del metraje (Martin Sheen se merece algo mejor) en las que se evidencia la falta de personalidad del director. Marc Webb no consigue brillar en las escenas cumbres, se siente más cómodo en la partes de personajes que en las escenas de acción. Aun así nos regala varias momentos de alto nivel (el beso en la azotea, la inocente pelea en el vagón de metro, la red de telarañas en las cloacas o toda la parte de justiciero callejero) y consigue aprovechar los increibles efectos especiales en la increíble escena de las grúas (acompañada de la pegadiza banda sonora de James Horner)



Por tanto, "The Amazing Spider-Man" es un cinta entretenida, que gana en su ligereza y pierde en su transcendencia (no todo los superhéroes tienes que ser oscuros como el de Nolan) y en la que se hubiera agradecido más presencia de ese humor que se vendía. Con un 3D aprovechado, que cobra sentido en las espectaculares escenas aéreas pero que sigue oscureciendo la fotografía al ponernos las gafas. Y con un epílogo que remata con un estupendo último plano que llena la sonrisa de Stone.

Y puestos a comparar es superior a la primera película de Raimi, pero inferior a "Spider-Man 2" (el mejor acercamiento a la figura del hombre araña) Garfield ya es Spider-Man y Emma Stone está casi al nivel de la maravillosa Mary Jane de Kirsten Dunst.

De momento, los dos grandes blockbusters del verano han cumplido (la extraordinaria aventura fantástica de "Blancanieves y la leyenda del cazador" y la aquí comentada). Faltan Scott y Nolan... ¿estarán a la altura?

NOTA: 7

EL ARTE DE LA INSINUACIÓN Y LA SUTILEZA: JEFF NICHOLS

By : El día del Espectador


HIMAR R. AFONSO

El cine independiente americano o cine independiente USA, ha evolucionado en su dinámica para incluir a su temática social e intimista el cine de género, manteniendo su estilo y estética austeros, su ritmo despojado de limitaciones comerciales y consiguiendo, así, pelear por un hueco junto al abanico de propuestas más y menos comerciales del actual postmodernismo. Autores como Darren Aronofsky (con más renombre, quizás), el habitual documentalista Kevin McDonald o el original Michael Gondry, junto a otros autores más consagrados y reconocidos como Wes Anderson, Jonas Mekas o David Cronenberg (quien no siempre acude a la producción norteamericana), conforman el núcleo activo de cineastas independientes de Estados Unidos. Junto a ellos siempre hay aportaciones esporádicas de autores que se acoplan a las posibilidades que Hollywood les permite y que la audiencia les consiente, como es el caso de M. Night Shyamalan y La joven del agua (Lady in the Water, 2006) o Peter Weir con Camino a la libertad (The Way Back, 2010), que ni si quiera contó con alguna de las majors.

Dentro de este elenco de autores independientes, cineastas reconocidos y películas con similitudes en la estética o en la producción, podemos destacar a un director que poco a poco se está labrando un nombre y un hueco entre los privilegiados que luchan por mostrar sus películas: Jeff Nichols. Su obra es joven y escueta aún, formada por dos películas: Shotgun stories, estrenada en 2007, y Take shelter, del 2011. Con estas dos obras ya se puede contemplar algunas de las aptitudes de Nichols, uno de esos directores capaces de traducir los pocos recursos técnicos en interesantes aportaciones artísticas, mostrando además una original capacidad creadora con dos guiones totalmente dispares y, francamente, difíciles de encajar en grupos o movimientos, o de etiquetar en algún género, teniendo no obstante características de varios de ellos.

De alguna manera, los dos filmes estrenados por el director norteamericano representan las dos caras de la moneda, dos historias concebidas desde puntos de partida contrarios, en lo que a la construcción del relato se refiere. Nichols comienza su andadura en el cine con una historia de violencia entre hermanastros que representaron para su padre momentos distintos y contrarios de su vida; los hermanos protagonistas, capitaneados por el indomable Michael Shannon, son los “huérfanos” de la historia, los hijos abandonados por su padre para vivir una vida mejor y crear otra familia; criados por una madre insoportable y mezquina, estos tres hermanos carecen del cariño que la sociedad brinda a las familias ideales y solo les cimienta el amor y la unión entre ellos. Todo se desata cuando se enteran de la muerte de su padre y acuden al entierro, donde está la actual esposa de él y sus hijos, y Son, el mayor de los tres hermanos (Shannon), decide manchar la imagen de su padre antes de despedir al cuerpo; a partir de aquí comenzará una serie de enfrentamientos cada vez más violentos entre hermanastros (viven todos en el mismo pueblo), respondiendo a unas consecuencias causadas por el rencor contenido, la ruptura familiar y la marginación social. Siendo un filme de ritmo pausado y estética indie, posee las características del cine de género y una estructura clásica, todo lo contrario de Take shelter, una obra que raramente te facilita la comprensión de su cometido durante su desarrollo y que deja que tu mente reflexione en la “resaca del visionado”. Con Shannon interpretando nuevamente al protagonista, Take shelter cuenta la historia de un hombre, Curtis, que comienza a tener sueños y alucinaciones que le advierten de una gran catástrofe en la que se puede poner en peligro a su familia: su esposa Samantha y su hija sorda de seis años, Hannah. Todo esto se insinúa vagamente durante la película, donde vamos viendo cómo Curtis oculta sus preocupaciones y comienza a tener comportamientos extraños con su familia y con su amigo y compañero de trabajo Dewart (Shea Whigham), planteándose al final si existe algún peligro o si el peligro es él mismo.



Lo que muestra este plantel es un importante conjunto de diferencias entre las dos obras de Jeff Nichols que, sin embargo, mantienen también sus similitudes. Comenzando por su ópera prima, la genialidad de esta historia sencilla y correctamente estructurada desde un punto de vista clásico, reside en estilizar los acontecimientos y la profundidad de los personajes mediante la insinuación: en distintas escenas intrascendentes podemos ver la conexión sencilla y clara de los tres hermanos, sin necesidad de situaciones dramáticas ni llantos para el escaparate; mediante una escena fría y bastante dura entre Son y su madre, entendemos la relación entre ellos y podemos imaginar la situación familiar que vivieron, sin necesidad de flash-backs ni menciones literales; y lo más interesante, las escenas de violencia ocurren fuera de campo, no es importante el impacto de un bate contra las costillas ni el navajazo en el estómago, sino la reacción de los personajes y las decisiones que van tomando, a veces presas del odio y el rencor y a veces presas de la compasión y la desesperación. Realmente, Nichols se sirve de una “historia de escopetas” como plataforma para plantear temas como los problemas familiares, la violencia o el dolor por un pasado que no se quiere recordar pero que repercute constantemente en nuestras actuaciones; y he aquí el secreto de Shotgun stories, en plasmar en la pantalla lo mismo que debe sacarse de ella. Nunca se habla del pasado de los personajes (salvo en el entierro y de forma ambigua) pero las constantes insinuaciones, que además aportan una elegancia artística propia de colosos como Clint Eastwood (en Gran Torino -estrenada un año después-, por ejemplo), propician la construcción de una fábula en la que te das cuenta de que el rencor y la violencia que genera el no perdonar da pie a situaciones fuera de control y consecuencias innecesarias y trágicas.

El director de Arkansas se vale, en esta primera obra, del conflicto externo, lo cual es totalmente contrario en su segunda película, donde la historia se fundamenta en el conflicto interno que tiene Curtis, presa del pánico que le generan estos sueños y alucinaciones que le advierten del peligro que corre su familia unido a la sensación de que nadie más tiene esa preocupación, moviéndose así en un limbo entre la locura y la premonición del cual es prácticamente imposible salir. La dificultad de este filme y, por tanto, su mayor interés, está en la escasez de información que se da al espectador (lo mismo que en Shotgun stories), de manera que se conecta más directamente con el protagonista, ya que tampoco sabe qué le esta sucediendo exactamente; a esto añadimos el golpe maestro de guión materializado en una hija sorda de seis años, que abre nuevas ramificaciones a la historia, ya que se trata de una niña con una discapacidad que necesita de la ayuda de sus padres para poder ser a la larga totalmente independiente, lo cual hace que el conflicto moral de Curtis sea mayor, ya que su principal preocupación es la protección de su familia, pero que comienza a entender que también puede ser el mayor peligro, sobre todo a partir de la fantástica escena del comedor donde Curtis condena su estado frente a la sociedad en una demostración por parte de Michael Shannon de ferocidad interpretativa conmovedora. Este momento volcará todo el relato hacia una mayor claridad, deleitándonos con uno de esos finales que te sacan una sonrisa por su capacidad para descolocarte del asiento por conseguir ser impredecibles mediante una premisa totalmente predecible.

Y es así como dibujamos el perfil de Jeff Nichols, un director con mucha capacidad narrativa e interesantes recursos artísticos, dominando a la par las historias que cuenta y el subtexto que en ellas reside, mostrando habilidad en el mundo del conflicto externo y del conflicto interno, con una estética y un tempo con semejanzas a la ya mencionada Gran Torino de Eastwood o a Una historia de violencia de Cronenberg (en el caso de Shotgun stories) o a Señales de Shyamalan (en Take shelter), o al aire seductor y confuso de Picnic en Hanging Rock, de Peter Weir o La ventana secreta, de David Koepp. Siendo, evidentemente, un autor novato aún, con mucha carrera por delante, debemos rendirnos a su valiente propuesta y a su “buen hacer”, destacando una vez más la fuerza narrativa y dramática de su película que aconseja “reguardarse”, donde cabe reflexionar sobre si debemos resguardarnos del exterior o de nosotros mismos, y esperando ansiosos su próximo trabajo, Mud, previsto para este año.

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