Posted by : El día del Espectador enero 04, 2014



        La vida es un recorrido lleno experiencias que nos van moldeando y continuamente crea nuevas versiones de nosotros mismos. Una de ellas son las relaciones de pareja, cuyo funcionamiento es y será un misterio. Muchas veces el camino con el ser amado parece hecho de rosas pero con frecuencia acaba corrompiéndose hasta llegar a aborrecer todo aquello que en el pasado se disfrutó. Pero la esperanza existe más allá de ese momento, se puede volver a la casilla de partida. En esa situación se encuentra Eva (Julia Louis-Dreyfus) cuando conoce a Albert (James Gandolfini) porque deberá debatirse entre lanzarse al vacío y confiar en que todo saldrá bien o en dejarse dominar por sus malas experiencias y abandonar.

Eva aún no conoce las manías de Albert.
          Sobran las palabras está dirigido a un público en una franja de edad muy concreta: la cuarentena. Sinceramente, es difícil conocer las tribulaciones de ese período vital si no se ha vivido, por tanto habrá que imaginárselo a partir de las aventuras de Eva. La vida ya no es el camino de rosas que parecía algunos años antes: un divorcio y una hija cambiaron completamente su visión del mundo y la han hecho más cauta. ¿Hasta que punto nuestras buenas y malas experiencias afectan nuestra percepción? Todos hemos pasado por las relaciones tóxicas pero también (espero) por placenteros idilios. El problema llega con cada nueva relación, ya que consciente o inconscientemente estamos condicionados por lo anterior. También los demás pueden hacernos perder la perspectiva. Las amigas, como Sarah (Toni Collette) o sobre todo Marianne (Catherine Keener), opinan sobre todas las cosas y eso es lo que más puede afectarnos. Y no es lo mismo hacerlo con conocimiento de causa que sin él. “Ronca, se come los mocos, habla con la boca llena, no baja la tapa del W.C…”. Esto, añadido a la inseguridad de nuestra protagonista hará que la ilusión de una nueva relación se torne en confusión e incluso rechazo cuando no hay motivo para ello.

Nicole Holofcener y sus actrices en el Festival de Toronto.
       Las tribulaciones de la mujer moderna, profesional e independiente son grandes valores ocultos de los que Nicole Holofcener hace gala desde sus primeros cortometrajes. Interpretada por una genial y siempre divertida Julia Louis-Dreyfus (la Elaine de Seinfeld), por quien aparentemente no han pasado los años, el personaje de Eva es enormemente humano y el público crea una rapidísima conexión con él. En cambio no se llega a establecer la misma con el personaje de Gandolfini, Albert, a pesar de que lo intenten tanto el guión como el actor. Cabría hacerle el homenaje póstumo que el intérprete de Los Soprano se merece, pero su última película será Animal Rescue, cuyo estreno será a lo largo de este 2014. Sin embargo si que hay una química interesante entre los dos, que crean un ambiente divertido y entretenido que emana de una gran confianza entre los actores. Se trata de un filme amable, simpático y con un humor delicioso que satisfará con creces a su público objetivo. En cuanto al resto, podrá disfrutar de una gran actriz y un muy buen guión.


NOTA: 6,5

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