Posted by : El día del Espectador abril 03, 2013


HIMAR R. AFONSO



Cuando recomendamos algo a alguien, sea ver una película (o no verla), nos basamos en las valoraciones personales y absolutamente subjetivas, por lo que, salvo que tu opinión merezca confianza plena (lo dudo), nadie tiene por qué hacerte caso. Pero recomendar es divertido y puede servir. He aquí una serie de pequeñas recomendaciones:

Empezaré con cinco películas que no son muy conocidas y quizás no las haya visto mucha gente; y realmente merecen la pena:

Alexander Nevsky (1938), de Sergei M Eisenstein. Dentro de tantas obras del mítico director ruso, llegué a ver este ejemplar que se aleja bastante de La huelga (Stachka, 1924), El acorazado Potemkin (Bronenosets Potyomkin, 1925) u Octubre (Oktyabr, 1928), algo lógico estando a las puertas de la década de los cuarenta, donde el montaje soviético se había disuelto hacía tiempo. Y diría que es de las primeras grandes películas bélicas que elevan la épica a la categoría de género, a pesar de su presupuesto, su falta de recursos y sus limitaciones. A pesar de todo, es un ejemplo narrativo y se convierte en una “obra grande”.

Picnic en Hanging Rock (Picnic at Hanging Rock, 1975), de Peter Weir. Una auténtica maravilla del director de Master and Commander; a pesar de tener en sus comienzos otras películas más reconocidas, para mi gusto, ésta es mucho más valiosa. A partir de un suceso real, basado en una novela y tomando como premisa la frase de un poema de Edgar Alan Poe (Un sueño dentro de un sueño), Weir nos narra esta historia misteriosa, extraña, con una narración “atemporal” y confusa.
También recomiendo de Weir, de esa misma época, El visitante (The Plumber, 1979), que trata precisamente de un fontanero, y consiste en un juego de percepciones, que coge tintes de terror asfixiante, con planos poderosos como el antagonista tocando la guitarra dentro del baño en reformas. Muy interesante.

Copying Beethoven (2006), de Agnieszka Holland. Una película americana que contaba con la prestigiosa directora polaca, cuyo trabajo en televisión y en cine es más que notable, y a Ed Harris, al soberbio Ed Harris, como el maestro del Romanticismo. Una película no muy conocida que sin embargo recomiendo encarecidamente, que te adentra en las dimensiones del compositor y te regala una media hora de la Novena Sinfonía, pura contemplación (estilo narrativo inequívoco de Holland) y pura emoción.

Black Death (2010), de Christopher Smith. Una película que no se ha estrenado en España, aunque sí en el Festival de Sitges, en largometrajes a concurso. Dentro de tantas películas bélicas de la Edad Media que hemos visto en los últimos años, al fin hay una que muestra esa oscura época de supersticiones, enfermedad y tinieblas, sin héroes griegos ni finales épicos. Embaucadora y absorbente. Además, vemos un gran papel de Eddie Redmayne (uno de los fichajes para Les Miserables) y, por supuesto, al mártir Sean Bean, cuyo destino en la película no es difícil de predecir si atendemos al resto de su trabajo.

El mundo según Barney (Barney´s Version, 2010), de Richard J. Lewis. Una narración atípica, una especie de biopic ficticio que no trata ningún tema en especial, simplemente adentrarnos en las dimensiones de Barney, de su vida, a través de la interpretación del incontestable Paul Giamatti y con un gran reparto entre los que cabe mencionar a Dustin Hoffman. Un relato que toma las distintas sensaciones que pueden generar toda una vida, y un drama increíble que rodea a un personaje tan complejo como real, y por ello tan entendible, tan empático. ¿Definirla en una palabra? Necesaria.



A continuación, voy a dar otra lista, otras cinco películas, pero esta vez mi recomendación es contraria; es decir: ¡no las vean! Son muchos los filmes que me han hecho sentir que he perdido mi tiempo, pero me he decantado por títulos más o menos actuales, por eso de que ya no sabes lo que vas a ver. Por supuesto, es mi recomendación, mi opinión, desde el respeto y el cariño, a pesar de que les dé un poco de caña. Alguna de mis críticas ya tienen, de entrada, el desacuerdo de alguno de los habituales de El Día del Espectador. Ahí van:

El hombre de los puños de hierro (The Man with the Iron Fists, 2012), de RZA. La he visto hace nada y se ha ganado por méritos propios entrar en ésta, mi lista... por Dios. No voy a explicar de qué va, porque con ver el trailer basta; uno de tantos “ejercicios” que Tarantino produce a sus amigotes para reírse un rato... pues se reirán ellos, porque yo más bien poco. El amigote de turno es RZA (creo que el nombre se lo pusieron por su tatarabuelo), que dirige, escribe y protagoniza el filme... vamos, un genio; de estrella invitada tenemos a Russell Crowe (innecesario, al igual que el resto) y de objeto de interés está el animal Bautista, la estrella de la WWE. Por increíble que parezca, ver a esta mole de testosterona arrojando personas por doquier es lo único gracioso; eso y un gordo llamado Hipopótamo Loco al que Crowe le raja la barriga de arriba a abajo y baña la sala entera en litros y litros y litros de sangre. Supongo que estas pelis te tienen que gustar, como Kill Bill, y a mí se ve que no me entran. Pero de Kill Bill al menos tengo que admitir que estéticamente es agradable... esta ni eso. Así que nada, no pierdan su valioso tiempo.

Moonrise Kingdom (2012), de Wes Anderson. Quise adentrarme en el universo de este Anderson (hay un par de ellos más) y empecé con su última película, entre otras cosas porque había abierto el Festival de Cannes de ese año. Pobre iluso. Hacía tiempo que no veía algo tan lamentable. Estética a parte (pues es cuestión de gustos), la película no hay por dónde cogerla, la historia no solo es aburrida, es ridícula. El reparto es más que notable, no sé si para darle bombo a la cosa, pero no pudo estar más desaprovechado. ¡Bill Murray, Edward Norton, Harvey Keitel, Bruce Willis! Me encantaría saber quién les engañó para meterse en este fregado (siempre desde el cariño).

Blancanieves (Mirror, Mirror) [Mirror, Mirror, 2012], de Tarsem Singh. Tarsem es un director al que respeto, su ópera prima es más que interesante y ya deja señales de su capacidad visual, The Fall: el sueño de Alexandria es una maravilla e Immortals me parece un ejercicio estético soberbio, bastante mejor que 300 en mi opinión. Y es cierto que Blancanieves (Mirror, Mirror) mantiene este nivel visual, pero lo demás es, literalmente, basura. Una tomadura de pelo impresionante, que además pone el colofón en la escena final, un musical a lo Bollywood que no sé si viene a reivindicar las raíces del director o qué, pero es totalmente impertinente.

Templario (Ironclad, 2011), de Jonathan Englis. Película épica, de poco dinero, sí, pero épica, ¡y de templarios! ¡Y salía Paul Giamatti!... ¿Qué más necesitaba yo para verla? Incluso empezó bien la historia. Pero todo comienza a desmoronarse en cuanto te das cuenta de que el actor protagonista es malo de remate, y cae mal. Así no puede funcionar nada. Si a esto incluimos un exceso de violencia pseudo-gore gratuita y un pelotón de (¿cuántos eran?) 12 hombretones contra un ejército entero, aguantando como superhéroes... pues claro, la quitas. Y eso debería haber hecho yo, y les recomiendo que lo hagan si piensan verla, quítenla antes de que sea tarde.

Grindhouse (Planet Terror) [2007], de Robert Rodríguez. Aquí va la creme de la creme, otro de los amigotes de Tarantino, el más peligroso de todos. Ponga usted sus títulos sobre la mesa, métalos todos en un caldero y cuézalos a fuego lento... saldrá esta pequeña abominación. Lo que más me molesta es que llamen genialidad al freakismo incompetente de este señor. Pero bueno, no son pocos sus fans, así que se ve que al menos divierte a algunos.


Bueno, hasta aquí mis recomendaciones, a las cuales pueden ustedes hacer caso u olvidar tan pronto como las hayan leído. Nada de lo que he dicho tiene valor alguno; el tiempo que unos sienten haber perdido, otros lo aprovechan; y las críticas que recibimos son síntomas de que estamos haciendo algo. Así que sí, todos los que he citado aquí arriba, están haciendo o han hecho algo. Suerte a todos.

{ 4 comentarios... read them below or Comment }

  1. "Templario" es uno de los mejores ejemplos de épica de los último años. Ver como desmiembran a Brian Cox es una gozada. Por lo demás, perfecto!

    Álvaro Draper

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    1. ¿Épica? Tenemos conceptos muy distintos de épica amigo mío :P

      (Himar R. Afonso)

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  2. Muy de acuerdo en las opiniones de NO recomendadas. En las recomendadas la verdad es que no las conozco... habrá que verlas.

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    1. Sí, échales un vistazo y a ver qué te parecen.

      Gracias, un saludo!

      (Himar R. Afonso)

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