Posted by : El día del Espectador marzo 21, 2013




ÁLVARO TEJERO

Ya está bien de hablar de las películas que amamos. A veces conviene echar un poco de bilis por la boca y quedarse a gusto. Además, para que vamos a engañarnos, cuando no sabes sobre qué escribir nada mejor que una lista. Algo sencillo y que provoca reacciones entre el personal cinéfilo.

Por supuesto que este artículo es totalmente personal y soy consciente del peligro que supone. Si encuentro mi buzón lleno de amenazas en una hora no podré quejarme. He dejado fuera de la lista muchas películas, algunas preparadas para una próxima entrada titulada "Las peores películas de grandes directores". Las cinco cintas que aparecen a continuación no me atreveré a decir que sean malas, simplemente NO las aguanto por diferentes motivos y no entiendo las enormes alabanzas que reciben. También he dejado fuera varias películas de grandes cineastas de festivales, pero la verdad, no iba a rellenar toda la lista con obras dirigidas por Lars Von Trier o Glauber Rocha. Ah! que no se me olvide: es por provocar un poquito, que nadie se enfade...


HASTA QUE LLEGO SU HORA (1968): Todavía no me explico cómo Sergio Leone realizó esa obra maestra llamada "Erase una vez en América".  Mi cara se descompone en una horrible mueca cada vez que oigo decir que Leone es uno de los referentes del western. Sus Spaghettis son un buen entretenimiento pero para alguien que se crió con los western clásicos no existe comparación. Lanzaron a la fama al gran Clint pero provocaron más daños que beneficios con sus interminables tiroteos. Lo peor viene cuando te pones trascendente e intentas algo definitivo. El resultado es un coñazo de larga duración con personajes mirándose en silencio durante toda la película. No soy masoca, y sí una película no me interesa la dejo. En este caso sí llegue al final: después de dormirme durante una hora y darle al avance rápido con el mando. Gracias por prestármela Néstor.

EL RESPLANDOR (1980): Kubrick es un genio, sin ninguna duda, tanto para lo bueno como para lo malo es inimitable. Es capaz de alcanzar las más altas cotas en ambos sentidos. Con "El resplandor" consiguió que quisiera tirar la televisión por la ventana como nunca antes. Es la película que más me ha desquiciado en la vida. Empieza bien, crea una atmósfera, pero en seguida empiezan las muecas de Jack y los paseos en triciclo del niño y se acabó. Para terminar con esa interminable persecución por el laberinto. Kubrick todavía no sabía que a Stephen King solo le pueden adaptar Reiner y el maestro Darabont. Y de terror, poquito.


CISNE NEGRO (2010): Aronofsky es un timador cinematográfico. Consigue disfrazar el efectismo más vació de cine independiente, y además ganar dinero. Esta cinta esquizofrénica con reacciones sin sentido de los personajes robó su primer Oscar a Jennifer Lawrence (Portman se lo merece por cualquier otra cinta). Darren dirige mal, le gusta hacer películas feas y del montaje de sus películas mejor no hablar. Y no hablo gratuitamente, me la he tragado dos veces pensando que estaba equivocado. Gritos, gritos, cámara sin control y después una obra maestra de la música clásica para terminar de engañar al espectador. Normal que Rachel Weisz le dejara y se fuera con Daniel Craig.

MOULIN ROUGE (2001): Algunos lo llaman amor y gran despliegue visual, yo lo llamo cine vomitivo sin ningún sentido. Videoclips horteras unidos por un montaje que puede destruir tu cordura. El señor Baz Luhrmann debería estar en la cárcel para impedir que siga cometiendo atrocidades fílmicas. Después vino el recital de torsos desnudos a cámara lenta en "Australia", y por si fuera poco, vuelve de nuevo con su particular versión de "El gran Gatsby". Su cine es un ejemplo de postmodernidad, vale.

MALDITOS BASTARDOS (2009): la película de Tarantino no tiene nada que ver con sus compañeras cinematográficas de este siglo. Está bien dirigida y no provoca dolor de cabeza (Tarantino sí es un buen director, no los otros dos), el problema es que es un estupendo somnífero. Dos veces que he intentado disfrutarla, dos veces que sucumbí al sueño en la misma escena. El problema de Tarantino es el de muchos otros directores: termina repitiéndose, copiándose a sí mismo y pierde la frescura de sus primeras obras. Aun así no es su peor película, para eso ya está el engendro titulado "Death Proof".

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  1. jeje, a mi Moulin Rouge me encanta y el resto me parecen bastante buenas, pero para gustos colores ;) Saludos!

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  2. Por supuesto, para gustos los colores. Todos tenemos alguna película famosa que no soportamos y nunca viene mal crear un poco de revuelo.
    Saludos Juan!!

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