Posted by : El día del Espectador diciembre 24, 2012


DIEGO REAL

Ni voy a explicar la película, ni voy a destriparla, más bien voy a masturbarme ante ¡Rompe Ralph! y es que en una época en que entre los entendidos está de moda desprestigiar a Disney (sí, esos genios que han cimentando nuestra cultura, qué coño, nuestras vidas), hay que darle al César lo que es del César.

Hype y más hype es lo que rodeaba a la película que nos concierne.  Tenía tremendas ganas de ver como unos magos del cine hacían su particular homenaje al mundo de los videojuegos y es que las noticias, imágenes y vídeos que aparecían no dejaban de aumentar mi curiosidad y mi erección ante lo que parecía el Toy Story de los videojuegos, ¿lo es? Un rotundo SÍ.

¿Qué es ¡Rompe Ralph!? Es una película existencialista que toca un complejo tema: el equilibrio del bien y el mal y como el hecho de que el uno no existiría sin el otro, es más; cuanto peor sea ese mal, mejor será el bien. Mejor dicho, cuanto mejor sea ese mal, pero será ese bien, un tema complejísimo que puede recordar a esa naturaleza del monstruo que ya se trato en esa obra maestra que es Pesadilla antes de navidad. Pero hay que desentrañar aún más la filosofía que contiene. Al estar previamente programados, sus mundos y ellos mismos están predeterminados, no son libres y son autoconscientes de ello. Su libertad está limitada según hayan sido creados y, ¿se puede ser feliz así? Ralph intenta replantear su naturaleza, la existencia del personaje del videojuego y la del ser humano en general.

Como he apuntado, técnicamente es brutal. En una de las secuencias iniciales, la del shooter,  se muestra todo un portento visual que te deja pegado a la silla y que parezca que un clímax que parece del mejor de los finales, te lo planten al principio (el ritmo hace el resto) Un delirio visual para disfrutar en 3D y bajo los efectos del LSD a poder ser. Del shooter saltamos a los coloristas y bizarros videojuegos japos, esta vez bajo el título de carreras Sugar Rush. En este lugar se desarrolla la historia sentimental entre dos outsiders, el villano protagonista y una niña que es un glitch. ¡Un fallo! Una referencia más elevada y adulta, como la relación paternal de ellos, impecablemente narrada.

 En esta parte de la película viene el único pero. Si durante el resto del metraje el director (Rich Moore) muestra su amor por los videojuegos ofreciendo un guiño tras otro a todo tipo de juegos, en esta parte las referencias geeks dan paso a referencias pop (los guardias reales, la cueva o los perros son muestra de ello). Pero todos los fallos se olvidan gracias a todo lo demás, mención a parte a Félix, el supuesto antagonista de Ralph (le han programado para ser el héroe, lo que no significa que sea enemigo de Ralph, al contrario es lo que le hace ser lo que es). Félix proporciona los momentos más geniales del film, siendo uno de los mejores secundarios que he visto en los últimos años.

Lo dicho, no he visto El Hobbit, ni Los Miserables, pero ¡Rompe Ralph! debe ser la película de las navidades, una obra de amor al cine y a los videojuegos.

PD: No os perdáis el corto que antecede a la película, Paperman, ya que es cine en mayúsculas y en estado puro.

Por cierto: ¡AQUÍ TENÉIS EL FIX-IT FELIX!




{ 2 comentarios... read them below or Comment }

  1. rompe ralph.. existencialista... aha... con la pequenia que termina siendo la gran princesa y el tipo que se tiene que conformar con su trabajo porque viven en ese sistema que es el arcade? Si si... se nota que es existencialista a morir. por dios.. chuparle el pene a bush y entregale tu hombria a los duenios de los bancos mundiales es menos pro-capitalismo sistema y status quo que tu critica.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Escribo en Anónimo para que te sientas identificado, aceptaría tu crítica si al menos estuviese bien escrita. Primero aprende gramática y de ortografía y después podemos entrar en un debate sobre capitalismo o sobre lo que gustes. Un saludo y a seguir así, que resultas tremedamente divertido.

      Eliminar

- Copyright © El Día del Espectador - Date A Live - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -