Posted by : El día del Espectador noviembre 25, 2012


Néstor Sánchez
                                                                                       
Con motivo del inminente estreno, de lo que supondrá, la primera parte de la esperada trilogía del Hobbit; nosotros, desde “El día del espectador”, queremos hacerle un pequeño y modesto homenaje a uno de los mejores directores de nuestros tiempos. A través de 4 artículos, pretendemos hacer un recorrido a lo largo de su carrera, hablando de sus películas más características.

Yo, al ser el primero, hablaré sobre sus inicios. Para ello me basaré en dos de sus primeras películas, caracterizadas por un uso masivo del gore y lo desagradable. Estoy hablando de: “Mal gusto” (Bad Taste, 1987) y “Tu madre se ha comido a mi perro” (Braindead, 1992).  Estos dos films destacan por las cuantiosas cantidades de litros de sangre, vísceras y demás órganos en escena. Pero cabe decir, que Jackson no nació destrozando las tripas de su madre, como en “Braindead”, sino que tuvo una dulce infancia en Pukerua Bay, Nueva Zelanda. A la edad de 9 años vio una película decisiva en su vida, la cual, le confirmo sus ganas de ser un director de cine, King Kong, toda una coincidencia. A la medida que fue creciendo  fue realizando pequeñas obras independientes, las cuales se movieron por festivales. Su primer largometraje, reconocido, fue “Mal gusto”. Como anécdota decimos que lo grabó el mismo año en que se casó, ésto si que es amor al arte y a su mujer.




Ésta película nos cuenta como en una pequeña localidad costera, los habitantes ha sido secuestrados por un grupo de alienígenas con el fin de ser usados como carne para una restaurante de comida rápida intergaláctica. Pero no todo estará perdido, ya que, un grupo especial de agentes hará frente a está amenaza. Sabemos que es el primer largometraje, que lo hizo con sus amigos y que no tenía mucho presupuesto pero aun así estamos presentes ante una película que deja mucho que desear. Uno de los principales fallos del film es la simpleza de los planos, uso excesivo de planos cortos con el fin de no mostrar los fondos, y al tener estos dos fallos, pues era de esperar un montaje escueto y en ocasiones erróneo, donde uno se pierde con facilidad. Pero no todo es malo, en cuanto a la parte de maquillaje y efectos especiales asombra ver el nivel de detalle de los aliens, al igual, por muy asqueroso que nos parezca, de las vísceras.


Fueron pasando los años y Peter fue mejorando y puliendo sus técnicas y por su puesto su humor negro. Hasta que llego el año 1992, en el cual, gracias a su película Braindead, fue considerado un director de culto y comenzó a ser de renombre internacional. Debo mencionar, que entre estos dos films, dirigió otro llamado “El delirante mundo de los Feebles” (Meet the Feebles, 1990), lo nombramos, pero no hablamos de él, ya que no supuso un paso importante en su carrera. Volviendo a lo que nos incumbe, Braindead supuso un gran impulso para Peter, a partir de éste momento comenzará a alejarse de su característico humor negro y gore para acercarse a un cine más sentimental.



Braindead nos habla sobre como un hombre que aun vive con su madre, como si de Norman Bates se tratara, tiene que hacerse cargo y cuidar bajo su protección a un grupo de zombies. Claro está, que se le ira de las manos, y los últimos 30 minutos se convertirán en un fiesta de sangre y tripas, en la que Blade y sus amigos se la pasarían chachi. Aunque parezca un historia absurda y sin sentido, ésta va más allá. Nos habla sobre como un hombre tiene que hacerse con las rienda de su vida y enfrentarse a su mayores miedos, como son su dictatorial madre y las chicas, es un paso en su madurez y aprendizaje de la vida, envuelto en un mundo de zombies. Ya han pasado 5 años de la anterior, por lo tanto, se aprecia un mejor uso de la cámara, y un montaje más fluido y gratificante para los espectadores.


Como acabamos de ver sus comienzo fueron un tanto sangrientos y de “mal gusto”. Muchas personas se quedarán asombradas al conocer esta faceta desconocida de él. Es sorprendente el enorme salto que dio desde estas dos películas a lo que conformarán su filmografía. Claro está, que sus comienzos fueron modesto, poco presupuesto, con amigos, ayuda de los padres; pero hoy en día se le considera uno de los mejores directores de nuestros tiempos, ha hecho que vivamos aventuras, que volvamos a sentir pena por un gorila y que odiemos a nuestros vecinos pederastas. Esto es solo su comienzo, aun le queda mucha trayectoria, sigue así Peter.

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  1. Reconozco que, como fan de Jackson, debería echar un vistazo a su primera etapa, pero la verdad es que ese tipo de cine me desagrada enormemente. Me resulta muy sorprendente que fuese capaz de hacer un film de guerra tan poco sangriento (El señor de los anillos) después de esos inicios. ¿Cambiaría algo en su vida o solo se dio cuenta de que necesitaba otro tono para la obra de Tolkien?

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  2. Buena pregunta. En mi opinión, supo y quiso realizar una adaptación fiel al libro,por lo tanto tuvo que alejarse de sus comienzos y gustos. Pero quíen sabe, quizás dentro de unos años vuelve a sus orígenes y nos deleitan con una película repleta de sangre y humor negro.

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