Posted by : El día del Espectador septiembre 26, 2012


ÁLVARO TEJERO

Durante este mes de septiembre se han estrenado en España a través de Digital + dos de las series más esperadas y comentadas de los últimos meses. Por un lado la vuelta a la televisión de Aaron Sorkin tras la cancelación de esa maravilla tan infravalorada llamada "Studio 60 on the Sunset Street"  con "The Newsroom", serie de la que ya hablaremos más adelante y en la que se refleja el desencanto sufrido por Sorkin en su idealismo bañado de crítica.

En el otro extremo artístico se encuentra "Revolution", nueva serie con la marca del cada vez menos prestigioso  J.J. Abrams y creada por el showrunner de "Sobrenatural". Aun así, había creado expectación con su trailer bastante deficiente siendo la gran apuesta de la temporada de la cadena NBC (tras varias temporadas llenas de fracasos). Una más de futuros post-apocalípticos como las tan criticadas "Falling Skies" y "Terra Nova" o la famosa "The walking dead". Que conste que no tengo nada en contra de J.J. Abrams y ahí está "Super 8" para demostrar lo que puede dar de sí.

Una vez visto el piloto de la serie la conclusión es clara: RIDICULO. Pero no como sensación final sino como adjetivo presente desde el minuto 15. No hay nada destacable en este primer episodio (salvando la "premisa") pero tampoco quiero destruir sin compasión el producto; aunque eso sí, es algo bastante complicado.

El piloto comienza con un esforzado padre de familia que llega a casa y anuncia a su mujer que ha llegado la hora y todo se va a apagar. No hay dramatismo, solo tranquilidad. Llama a su hermano para avisarle  y conecta un USB al ordenador para copiar en él unos datos misteriosos. Se apaga todo lo que necesita electricidad para funcionar y los aviones empiezan a caer. No sabemos nada, de acuerdo, pero han creado cierta expectación. Fundido a negro, aparece el título y han pasado 15 años. Aquí comienza el desastre.


"Revolution" no consigue ofrecer ninguna explicación para la nueva sociedad que plantea ni crear una realidad propia con algún tipo de coherencia interna. Despacha la explicación de los sucedido con un pequeño discurso de un profesor que resume todo a la idea de que la física y sus miembros se volvieron locos y la electricidad desapareció de golpe; incluso las baterías, que son independientes. Nos sitúa en una de las colonias-comunidades que se han creado dónde el ser humano a vuelta a la vida rural bucólica y está plenamente adaptado y feliz convirtiéndose en un experto cazador. A pesar de la detención brusca del progreso todo está impoluto, los personajes limpios y con ropa recién planchada y a la moda.  E incluso los personajes son capaces de llegar a Chicago sin mapas, brújulas o cualquier tipo de indicación. La gran ciudad está igual de higiénica pero parcialmente inundada.

Hay un ente malvado conocido como la milicia (cuyos soldados lucen trajes ridículos y llevan armas de fuego propias de "El último mohicano") que busca al padre de familia y a su hermano (que por cierto no han envejecido nada en 15 años) ya que tienen la solución para el problema eléctrico, pero se encontrarán la oposición de los vástagos del primero. El general de la milicia quiere la electricidad para poder usar aviones y tanques y gobernar el mundo (en 15 años seguirán en perfecto estado, lógicamente).

Este es el contexto, luego están los personajes (junto a las interpretaciones de los actores) y sus decisiones. Personajes planos y vacíos que justifican sus acciones mediante las frases : "son mi familia", "era mi padre", "es mi tío". Todos son buenos o malos, sin personalidad propia y sin  fuerza emocional. Utiliza los arquetipos de forma descarada: heroína en cuero, hombres musculados, malvado ingenioso, personaje misterioso o infiltrado con sentimientos.
Tracy Spiridakos, la actriz protagonista
Falla además en el tono, mezclando la ingenuidad y los sentimientos adolescentes con el uso de sangre para dar apariencia de relato serio. Se emite en USA en horario para adultos (10 p.m) por lo que han querido llevar la serie un paso más. La mezcla entre "Crepúsculo", "Los juegos del hambre", "Caperucita roja" "Waterworld" y "Mensajero del futuro" no funcionaNo son compatibles los toques de humor infantil del informático british-gay-cool  o los momentos de pose adolescente con las luchas propias de "Kill Bill" o el intento de mostrar el lado salvaje del ser humano. No se puede jugar en ambas ligas.

A todo esto no ayuda la falta de presupuesto palpable que se hace más evidente por la desafortunada labor del director Jon Favreau, que demuestra su incapacidad en la puesta en escena y en la consecución de ritmo narrativo. Viene a demostrar que "Iron-Man" no funciona gracias a él, sólo hay que recordar la también estúpida "Cowboys & Aliens".

El remate final es la última sorpresa, en la que terminan por destruir su intento de construir un relato que explore como sería nuestro mundo con la falta de electricidad mediante la aparición de un segundo USB que enciende los aparatos de forma mágica.


Una vez más, y ya van varias en los últimos años, un relato post-apocalíptico sin coherencia interna y lleno de contradicciones; a lo que se suma la influencia adolescente de muchos de los últimos taquillazos, con personajes sin desarrollar y un uso del concepto familia que convierte a "Falling Skies" en una obra adulta. Pero lo peor de todo es la sensación de no estar trabajada, la pobreza de su puesta en escena y el batiburrillo ideas.

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