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- FORMAS DE ENFRENTARSE A LA NAVIDAD. Parte II: La Jungla de Cristal vs. Star Wars
Posted by : El día del Espectador
diciembre 24, 2013
HUGO MUGNAI & MARCO BARADA
Ya llegó la navidad. Y con ella las
cenas de empresa, la compra de regalos a última hora, las reuniones familiares,
los propósitos para el próximo año y el gasto desenfrenado en comida que nadie
se comerá. Pero la Navidad también se puede torcer y ofrecernos experiencias de
todo tipo y para todas las edades.
El cine ha dado muestras de ello a
lo largo de su historia. La Navidad y todo lo que la rodea a servido como
inspiración y escenario para multitud de historias. Tenemos claro que
acabaremos reunidos con la familia pero no el trayecto que debemos recorrer.
Por tanto, desde El Día del Espectador queremos ofrecer doce formas alternativas de disfrutar de estas
fiestas. Asesinatos, secuestros, prostitutas, corrupción, terroristas, monos
locos, conejos, marcianos, cortocircuitos, Jedis...todo vale para seguir
disfrutando del espíritu navideño sin aburrirnos de las mismas anécdotas que
cuenta nuestro abuelo cada año sentado a la mesa familiar.
Seis artículos. En cada uno dos formas
distintas de enfrentarse a la Navidad. Elegid vuestra favorita de cada duelo.
Os traemos el segundo duelo, pero si os perdisteis el primero, aquí lo tenéis.
Os traemos el segundo duelo, pero si os perdisteis el primero, aquí lo tenéis.
Cargándose terroristas en camiseta de tirantes como en LA JUNGLA DE CRISTAL
Todos sabemos que la
idea de navidad que nos venden el Corte Inglés y los de la Lotería no se
corresponde con la realidad –gracias a dios, porque como tuviéramos que
aguantar en casa a Raphael y su manita sería un verdadero infierno-, pero quizá
la que nos venden las películas americanas tampoco. En cualquier caso, juntarse
con la familia para regalarse bufandas y calcetines parece un plan bastante
aburrido cuando lo comparamos con la Nochebuena del ’88 del oficial de policía
John McClane. Y es que cuando McClane (interpretado por un Bruce Willis menos
conocido pero con pelete, que ya es) entra a la oficina de Los Angeles en la
que trabaja su mujer, un grupo de terroristas europeos con acentos a cual más
ridículo secuestran a los trabajadores con el objetivo de hacerse con el
secreto más preciado de la compañía. Un pifostio serio, para qué engañarnos.
Así, nuestro amigo
policía tendrá que enfrentarse él solito a los doce secuestradores dando
hostias como panes. Ah, y descalzo. ¿Y por qué descalzo? Pues porque al pobre
hombre el asunto le pilla en el baño, cambiándose de ropa...y porque, qué
narices, es más doloroso ver como nuestro héroe pisa cristales que verle
recibir disparos. Somos hijos de Hollywood y el sirope rojo de maíz, qué le
vamos a hacer.
Así que si esta
Nochebuena las gambas te sientan mal, se te mancha la camisa con vino o tu
cuñado te pregunta que si sigues soltero/a piensa que podrías estar atrapado en
un rascacielos, rodeado de alemanes armados hasta las cejas y bajo las órdenes
de un tipo más bien rarito que te recuerda ligeramente al profesor con pelazo
de Harry Potter. Vamos, que podría ser
peor...o no. Porque “Ho! Ho! Ho!” suena bien, pero “Yipi-Kay-Yey" suena de puta
madre.
Llegando a casa de Chewie para la cena de Nochebuena como en el ESPECIAL DE NAVIDAD DE STAR WARS
Efectivamente, la Navidad
del ’88 no tuvo que ser para John McClane de lo más agradable. Pero ¿qué decir
de aquellos que una década antes sintonizaron la CBS para entretenerse con el Especial de Navidad de Star Wars? Así
es, ¡estáis todos invitados a cenar en casa de Chewbacca para celebrar el Día de la Vida! Habrá niños wookies,
saldrán nuestros héroes Han Solo, Luke Skywalker y la princesa Leia e incluso números
musicales. ¿Qué podría salir mal?
Todo, absolutamente todo.
Para empezar, los créditos iniciales marca de la casa son de risa. A algún
genio de Twentieth Century-Fox Television se le ocurrió llamarlo Episodio IV y ½. WTF!? ¿Qué clase de
título es ese si no sale Leslie Nielsen? Por no hablar de los números musicales
de la Princesa Leia o de, atentos, INSTRUMENTOS MUSICALES QUE BRILLAN COMO ESPADAS LÁSER. O el momento en el que
Malla, la mujer de Chewbacca, prepara la comida aprendiendo de un programa de
cocina al más puro estilo Arguiñano (pero con una terrorífica cocinera).
Al igual que Santa Claus conquista a los marcianos esta es una de esas joyas que de tan malas que son se convierten en imprescindibles.
Eso sí, jamáis la encontraréis en VHS o DVD
porque después de esa primera y desastrosa emisión no se volvió a saber nada…
hasta que algún valiente fan que lo grabó se atrevió a colgarlo en Internet.
Así que ya
sabéis: esta Navidad, en lugar del típico programa de bailes y números cómicos
de La 1 (o el discurso del Rey, que es más de lo mismo), no dudéis en echarle un
ojo: para fans de Star Wars y para
amantes de las aventuras fallidas y de lo cutre (porque es MUY CUTRE). ¡Que tengáis un feliz Día de la Vida!