Posted by : El día del Espectador febrero 10, 2013


NÉSTOR SÁNCHEZ

Con una historia sorprendente de mafias y tipos duros, con un reparto que asombra, un trailer que te deja la boca abierta… ha llegado a nuestras carteleras la película  Gangster Squad, el nuevo film del gamberro (no es un insulto es su estilo de hacer cine) Ruben Fleischer. Esta nueva película nada tiene que ver con sus anteriores creaciones, recordemos: Zombieland y 30 minutos o menos. La primera con cierto éxito, pero la segunda, se quedó desterrada al olvido. Por ello que el director ha recapacitado y ha intentado madurar en su estilo de hacer films (cabe decir que a mi me encantan las gamberradas, no tengo nada en contra). Pero si tengo que decir entre los dos estilos tan separados del director, me quedo con el último. Antes de empezar la crítica, dejo el trailer aquí, para que disfrutemos de la banda sonora de Jay-Z


El film nos cuenta la verdadera historia de un mafioso judío, Mickey Cohen, de los años 40 que decidió apoderarse de la ciudad de Los Ángeles, pero que no contó,  con que la Ley de ésta ciudad, no se anda con chiquitas. Por ello que veremos como un pequeño grupo de policías, aun fieles a la moral que les indica su placa, comenzarán una guerra de bandas contra Cohen. La película ambientada en los duros años 40 nos ofrecerá una serie de escenas inolvidables respaldadas por dos elementos principales: reparto (personajes) y estética

En cuanto a lo primero, cabe decir que es donde se encuentra la principal polémica que los pseudointelectuales no paran de usarlo para quejarse. Dicen que son estereotipos, que es más de lo mismo… y, ¿qué pasa si lo es? No hace falta estar reinventado un estilo de personajes constantemente. El genero fílmico de gangster tienen una características marcadas y se deben seguir si quieres hacer una película de ese estilo, si el director quisiera innovar pues hubiera puesto otras cosas, pero como no… vuestros fundamentos son inválidos. En la película encontramos al tipo duro, al guapo, a la femme fatale, al malo malísimo… como debe ser. Y voy más allá, me ha encantado el papel de Sean Penn, su interpretación de malo, que se cree un dios, me parece magnifica.
El principal  problema de estas personas es que sus miradas se nublan con sus gafas de pasta, no todas las películas van a ser como Batman de Nolan, así que parar de quejaros y disfrutar de la vida, y sobre todo, del cine.

Volviendo al tema. Por otra parte tenemos la parte estética, lo visual. Poco se puede decir, es casi perfecta, un estilo único, una ambientación excepcional y una cámara lenta que te deja embobado. Zack Snyder se sentiría orgulloso del director. En cada escena de acción se aprecia el gran esfuerzo que se ha tenido que realizar detrás de cada movimiento. Resaltar el tiroteo final entre Sean Penn y Josh Brolin, que majestuosidad, que detalle visual en cada efecto, digno de ser analizado píxel por píxel.

No todo es bueno en la película, el único fallo que le encuentro, es que debería haber durado 30 minutos más. A lo largo del film, trata muchos temas, por lo tanto unos acaban quedándose en el aire y otros los trata profundamente. Un ejemplo de los primeros es: la falta moral que les lleva a realizar estos actos (recordemos que son hombre de ley), tan solo es tratado en una escueta conversación; o el importante papel de la mujer de Josh Brolin. Y en cambio otros temas no tan importantes, como la relación entre los dos actores guapos y con cuerpazos (Ryan Gosling y Emma Stone), son puestos en un primer plano.

En conclusión no estamos ante un film oscarizado ni nada por el estilo, pero si que es una gran film de entretenimiento, que gustándote o no, este género, seguro que pasas un buen rato viendo como estos tipos duros se enfrenta ante el mal, dejando sus placas en casa. Así que no le pidas peras al olmo y simplemente disfrútala, déjate llevar y sumérgete en la magia del cine.

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